Slavoj Zizek compara al coronavirus con película y asegura que fue “un golpe al sistema capitalista”
El pensador esloveno, además, intenta explicar cómo el coronavirus puso en evidencia los “virus ideológicos” del “capitalismo”: bulos, racismo, conspiraciones y, sobre todo, histeria colectiva.
El filósofo esloveno Slavoj Zizek tradujo a la proliferación del coronavirus de China al mundo como un punto de partida para desentrañar el desaforado uso de ciertas libertades en las redes sociales en aras de la enajenación y perturbación de la sociedad. Además, lo comparó con una película de Quentin Tarantino.
Así lo transmitió Zizek en una de sus últimas columnas. “La actual expansión de la epidemia de coronavirus ha detonado las epidemias de virus ideológicos que estaban latentes en nuestras sociedades: noticias falsas, teorías conspirativas paranoicas y explosiones de racismo”, se lee en la introducción.
También contó que se especula con la caída “del gobierno comunista en China” como en su momento lo hizo Gorbachov con el descenso del “comunismo soviético” tras “la catástrofe de Chernobyl”. “Aquí hay una paradoja: el coronavirus también nos obligará a reinventar el comunismo basado en la confianza en las personas y en la ciencia”, intenta explicar.
El pensador hizo una analogía del virus con la película Kill Bill 2 del director Quentin Tarantino aludiendo a la ‘Técnica del corazón explosivo de la palma de cinco puntos’ que usa Beatrix contra Bill en la parte final de la cinta.
Kill Bill 2, de Quentin Tarantino. (Foto: difusión)
“Lo que hace que este ataque sea tan fascinante es el tiempo entre ser golpeado y el momento de la muerte: puedo tener una conversación agradable mientras me siento tranquilo, pero soy consciente de todo este tiempo que en el momento en que empiezo a caminar, mi corazón explotará y caeré muerto”, detalla.
Slavoj Zizek, además, enumera los hechos colaterales al coronavirus a los que nos vamos a enfrentar y se anima a dar unos consejos. "Y no es la única amenaza viral con la que estamos lidiando, otras catástrofes se acercan en el horizonte y ya tomaron su lugar: sequías, olas de calor, tormentas, etc. En todos estos casos, la respuesta no es el pánico, si no que el duro y urgente trabajo de establecer una especie de coordinación global eficiente”, sentencia.