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La importancia de las charreteras de Francisco Bolognesi en la memoria sobre la guerra con Chile

La República conversó con el historiador peruano Daniel Parodi sobre las charreteras del coronel Bolognesi tras la Guerra del Pacífico.

Chile devolverá las charreteras de Francisco Bolognesi al Perú. Foto: Composición
Chile devolverá las charreteras de Francisco Bolognesi al Perú. Foto: Composición

La Guerra del Pacífico encarnada entre Perú y Chile impulsada principalmente por el control del salitre, influyó en la memoria colectiva de los ciudadanos de ambos países. Es por ello que con la recuperación de bienes ligados a una figura como Francisco Bolognesi, los peruanos podremos adentrarnos en uno de los pasajes más oscuros de nuestra historia para aprender de ello.

En este oportunidad, La República dialogó con el historiador Daniel Parodi, docente de la Universidad de Lima y PUCP.

¿Qué se entiende por “desafectación de la condición de monumento histórico”? ¿Cómo se volvieron monumento histórico chileno las charreteras de un héroe peruano?

Ambas preguntas ameritan una sola respuesta, la victoria chilena en Arica le permite al vencedor retener una serie de objetos del vencido, como trofeos de guerra que, en algunos casos, pasan a constituirse en monumentos históricos del vencedor. Ya desde la Edad Media, en las batallas entre señores feudales, se pugnaba por capturar el estandarte del contrario. Luego, la captura de la bandera o pabellón de la nación enemiga pasaron a desempeñar ese rol simbólico. Desafectar la condición de monumento histórico de un objeto es que deje de ser patrimonio y, por lo tanto, puede ser devuelto a su país de origen, en este caso, al Perú.

Aparte del monitor Huáscar, ¿qué otros trofeos (documentos, libros, prendas, etc.) que pertenecen al Perú están aún en poder de Chile? ¿Debería devolverlos todos?

Son varios, pues tras cada batalla, el vencedor se apropiaba de armamento del vencido. A ello debe sumársele el saqueo de bienes culturales, del que resulta emblemático el de la Biblioteca Nacional, y obras de arte, pinturas, estatuas de bronce y mármol, tanto de los edificios públicos como de las mansiones privadas principalmente de Lima, aunque también de otras ciudades.

Sin embargo, debemos considerar que en 2007 y 2017 la Biblioteca Nacional de Chile devolvió todos los libros que quedaban bajo su custodia y que le pertenecían al Perú y ahora el Ministerio de Cultura de Chile decide devolver las charreteras de Francisco Bolognesi por lo que parece abrirse paso una política del estado chileno más empática con lo que sentimos los peruanos frente a la Guerra del Pacífico. A veces es difícil ponerse en el lugar del otro, Chile escribió su discurso sobre esta conflagración desde la victoria y ahora parece comenzar a mostrar empatía con la mirada del que la perdió.

¿Qué representa el retorno de las charreteras de Bolognesi y qué lugar deberían tener en adelante dentro de la historia de nuestro país?

Mucho, las charreteras en el uniforme militar, son esas hombreras doradas que se hacen más revestidas de acuerdo con el grado militar que se ostenta. El significado en este caso es doble: en primer lugar, le pertenecieron al coronel Bolognesi que decide inmolarse en Arica antes que rendir la plaza; en segundo lugar, provienen del gesto chileno de devolverlas, lo que refleja también una consideración del vecino hacia nuestros mártires de Arica.

¿Los peruanos valoran el sacrificio de nuestros héroes?

En términos generales pienso que sí. Siempre he creído que nuestros héroes no deben ser solo militares, pero estos también son importantes y Francisco Bolognesi expresa una manera de llevar el amor al Perú hasta el sacrifico; ese es el mensaje que le deja a nuestra sociedad en estos momentos difíciles que atravesamos.

Esos gestos políticos por parte de Chile, ¿también debería tenerlos también en el plano comercial?

Seguro te refieres al pisco; tema difícil porque ya hay toda una industria chilena del pisco y su clase política la apoya, aunque el origen peruano del nombre es indiscutible. A mí me parece absurdo litigar en tribunales asiáticos por este tema por eso propuse que el peruano se llame pisco y el chileno pisco-elqui, así ambas partes podrían quedar satisfechas. En general, sí creo que Chile podría ser un poco más cuidadoso con sus prácticas comerciales, sobre todo porque atañe también la percepción que los vecinos tienen sobre él, pero soy optimista sobre el futuro.