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26 años después, las huellas en un vaso permitieron encontrar al asesino de una mujer

Intentó fugar a Brasil, se hizo pasar por médico, se casó y tuvo dos hijos; sin embargo, nunca pensó que una acción cotidiana generaría que la Policía lo capture.

El asesinato se dio el 1 de enero de 1994 en la ciudad colombiana de Barranquilla. Foto: Caracol
El asesinato se dio el 1 de enero de 1994 en la ciudad colombiana de Barranquilla. Foto: Caracol

Jaime Saade Cormane asesinó, en la madrugada del 1 de enero de 1994, a su entonces pareja Nancy Mestre, de 20 años, en Colombia. En medio del proceso por asesinato fugó a Brasil, adoptó otra identidad e intentó rehacer nuevamente su vida.

Sin embargo, 26 años después de aquel crimen, un trabajo coordinado de la Policía e informantes anónimos permitieron llegar a él tras una prueba dactilar hecha a un vaso de algo que había bebido en un local.

Se trata de un delito cometido en la localidad colombiana de Barranquilla las primeras horas del Año Nuevo de 1994.

Ese mismo año el responsable partió hacia Brasil y cambió su nombre al de Enrique Dossantos Abdalá. Luego, empezó a ejercer como médico, se casó con una ciudadana del mencionado país y tuvo dos hijos.

Carlos Currea, jefe de la oficina de Interpol en Colombia, dijo que fue un informante el que filtró el dato de que el asesino se encontraba en la ciudad de Belo Horizonte, estado de Minas Gerais.

Allí Jaime Saade Cormane o Enrique Dossantos Abdalá estaba tomando unas bebidas en un espacio público. En uno de los vasos dejó sus huellas dactilares, las que luego fueron analizadas para proceder con su captura, según recogió el portal de Noticias Caracol.

"Hacemos el cotejo decadactilar en Colombia y logramos establecer que era esta persona”, menciona al medio.

Dicho criminal “estaba utilizando una cédula falsa, con un hombre totalmente diferente (…) Se estaba desempeñando como médico allá. De hecho, su hermano es médico y ya tenía una vida social”, dijo el general de la Policía de Barranquilla.

El padre de la víctima dijo a los medios de comunicación de Colombia que nunca perdió la fe de encontrar al hoy detenido para que responda por el asesinato de su hija.

La muerte de Nancy Mestre se produjo entre las últimas horas de 1993 y las primeras de 1994.

La joven de 20 años le pidió permiso a su papá para salir con Jaime Saade Cormane, quien entonces era su enamorado. Este le dijo que ya, pero con la condición de que regresara a una hora indicada.

Tras pasar el tiempo establecido, la víctima se demoraba en llegar y el padre fue a buscarla a la casa de la familia del asesino. Estos le dijeron que Nancy había tenido un accidente.

Cuando fueron a la clínica a buscar a la joven, el asesino le dijo que ella se había disparado en la cabeza. Tiempo después, en medio de las investigaciones dentro del proceso se descubre que no era así.

Para eso, el hombre pocos años mayor que la víctima ya había fugado a Brasil, donde intentó empezar una nueva vida, pero con el tiempo terminó cayendo.