Descubren un agujero negro cuántico, el raro objeto predicho por Stephen Hawking
Este hallazgo puede significar que los agujeros negros son cuerpos totalmente diferente a lo que se ha pensado hasta ahora.
Científicos de la Universidad de Waterloo (Canadá) reportaron la primera detección tentativa de ecos de ondas gravitacionales, los cuales revelan un fenómeno extraordinario ocurriendo en los alrededores de un agujero negro y que le dan la razón a Stephen Hawking.
Las ondas gravitacionales son deformaciones en la estructura del espacio-tiempo, causadas por la colisión de objetos masivos y compactos, como agujeros negros o estrellas de neutrones.
La investigación revela que los ecos recibidos son causados por partículas microscópicas, conocidas como ‘pelusa’ cuántica, que logran salir de un agujero negro, una región de la que se pensaba que no podía escapar ni la luz.
“De acuerdo con la Teoría de la relatividad general de Einstein, nada puede escapar de la gravedad de un agujero negro una vez que ha pasado un punto de no retorno, conocido como el horizonte de eventos”, explicó el autor Niayesh Afshordi, profesor de física y astronomía en Waterloo.
Durante mucho tiempo, esta fue la única comprensión de los científicos. Sin embargo, el físico Stephen Hawking usó la mecánica cuántica para predecir que unas partículas diminutas se filtrarían lentamente de los agujeros negros. Este fenómeno fue denominado radiación de Hawking.
“Si la pelusa cuántica responsable de la radiación de Hawking existe alrededor de los agujeros negros, las ondas gravitacionales rebotarían en él, lo que crearía señales de ondas gravitacionales más pequeñas después del principal evento de colisión, similar a los ecos repetidos", explica Afshordi.
Las 'pelusa' cuántica habría escapado después del nacimiento del agujero negro. Imagen: Difusión.
Y finalmente recibieron aquellos ecos, los primeros indicios de que tales agujeros negros cuánticos existen y que son totalmente diferentes de lo que predijo Albert Einstein, al punto de que podrían carecer de un horizonte de eventos.
El origen de la señal
Los científicos utilizaron los datos de ondas gravitacionales de la primera detección de un choque de estrellas de neutrones (recibidas por el detector LIGO/Virgo), que formó un agujero negro. Se presume que tras el nacimiento de este objeto, las partículas cuánticas lograron salir, lo que produjo el ‘eco’ posterior a la señal de la colisión.
“Nuestros resultados aún son tentativos porque hay una posibilidad muy pequeña de que lo que vemos se deba al ruido aleatorio en los detectores, pero esta posibilidad se vuelve menos probable a medida que encontramos más ejemplos”, dijo Afshordi.
Por tal motivo, es muy probable que dentro de poco estemos confirmando un gran descubrimiento. “Tal confirmación sería la primera investigación directa de la estructura cuántica del espacio-tiempo”, señala.