Mujer enfrenta al terrorista del Estado Islámico que la violó en su niñez [VIDEO]
“Esto es Alemania y nadie podría lastimarte”, le dijo la madre a la joven, sin embargo se consiguió con su captor en una calle de Stuttgart.
Ashwaq Haji Hamid, de 20 años, tenía 14 cuando fue comprada por un integrante del autodenominado Estado Islámico (EI) que la convirtió en su esclava sexual. Las secuelas que le dejó fueron profundas, pero logró armarse de valor y encararlo ahora que cumple condena.
“¿Por qué me hiciste eso? ¿Por qué? ¿Porque soy yazidí?”, le dijo la joven a Abu Humam, quien está arrestado en Irak. En unas declaraciones en video que fueron traducidas este domingo por el medio británico Daily Mail, se plasma cómo el sujeto evitó verla a la cara.
A pesar de que Hamid le exigía que la mirara a los ojos, él mantuvo su cabeza agachada. “¿Tienes una hermana? ¿Tienes sentimientos? ¿Tienes honor? Tenía 14 años. ¡La edad de tu hija! ¡La edad de tu hijo! ¡La edad de tu hermana!”, subrayó.
No trascendió bajo qué cargos y condiciones está Human privado de libertad, pero la mujer enfatizó: “Ahora sabes lo que es la tortura, lo que es ser torturado, lo que es la soledad. Si tuvieras sentido común y sentimientos, no me habrías violado cuando tenía 14 años”.
Según los videos que se han divulgado, la yazidí tuvo poco más de un minuto de increpar al sujeto hasta que se desmayó en el suelo, no antes de espetarle: “Has destruido mi vida. Me quitaste todo. Todo lo que soñé”.
¿Cómo comenzó todo?
En 2014 Human la compró por 100 dólares para abusar de ella todos los días durante más de 10 meses. Tal como consideran los defensores del EI, el hombre creía que Hamid era su propiedad. No solo la violó, sino que también la torturó en múltiples ocasiones.
Hasta que logró escapar en medio de la noche al meter píldoras en la comida de sus captores. Caminó durante 14 horas hacia el monte Sinjar, en Irak, donde otros miembros de su comunidad religiosa habían encontrado un lugar seguro de los terroristas.
En junio de 2015 llegó a Alemania, en condición de refugiada, donde comenzó a ir a la escuela, a aprender el idioma alemán y a recibir tratamiento psicológico. Su madre le había dicho que en el país europeo estaría segura y podía dejar atrás ese oscuro episodio de su vida.
“Esto es Alemania y nadie podría lastimarte”, sostuvo. Empero un día se topó con Human en una calle de Stuttgart y no lo podía creer. Aun así lo denunció ante las autoridades, que lo ubicaron rápidamente pero anunciaron que no podían detenerlo porque también era refugiado y no había causales.
Hamid señaló que “quería irse de Alemania inmediatamente” e incluso que “se sintió mejor al quedarse en un campo de refugiados” en Irak con su padre después de encontrarse con su esclavista, acotó el diario inglés.