Jaime Bayly expone 'tenso' suceso en cumpleaños de su esposa Silvia Núñez del Arco: "No estaba preparado para tamaña catástrofe"
Jaime Bayly decidió cancelar los viajes familiares a Buenos Aires y París tras este desafortunado suceso, pese a que el escritor se lució con regalos costosos para su esposa.
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Jaime Bayly reveló en su última columna que, durante la celebración del cumpleaños número 37 de su esposa, Silvia Núñez del Arco, vivió un momento digno de una novela. Desde la primera línea, el autor de 'No se lo digas a nadie' describe la fecha como "el peor día del año". "No estaba preparado para tamaña catástrofe", confesó. Asimismo, el también presentador de televisión detalló: "La llevé a una joyería y le regalé cuatro prendas de oro que ella eligió. Sería injusto acusarme de avaro. No podría decirse que mi esposa saboteó su cumpleaños porque no le regalé nada".
Durante el relato, Bayly deja entrever que existiría una relación que sobrepasaría el trato de profesor y alumna entre su esposa, Silvia, y su instructor de karate. Todo empezó con una celebración previamente coordinada entre la pareja, quienes acordaron que cenarían junto a su hija en un hermoso restaurante fuera de la isla de Key, en Miami, Florida, donde residen hace más de una década. "Ella anunció los planes para su cumpleaños: almorzaría conmigo y con nuestra hija adolescente, luego pasaría toda la tarde con su profesor de karate, quien también cumplía años ese sábado", se lee en la columna publicada en El Comercio.
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Jaime Bayly cuenta que Silvia Núñez del Arco pasó su cumpleaños con su instructor de karate
Jaime Bayly indicó que no le sorprendió que Silvia Núñez del Arco pasara toda la tarde con su profesor de karate, quien también cumplía años ese sábado. "No me sorprendió que eligiera pasar la tarde con su profesor. Son buenos amigos. Mi esposa es cinturón negro y acude a la academia de karate tres veces por semana. Además, el profesor y mi esposa son muy parecidos en sus gustos y aficiones", contó. Pese a que su esposa le extendió la invitación, él desistió. "Le dije que prefería no acompañarla. Quería sentarme a escribir, como todos los sábados por la tarde. Para no quedar como un aguafiestas, un celoso, o un rácano, compré dos perfumes y una botella de champaña para el profesor, mis regalos por su cumpleaños", se sinceró.
El escritor contó que acordaron que su esposa regresaría a la casa a las nueve y cuarto de la noche para luego dirigirse juntos al restaurante de un hotel, donde él había reservado una mesa; sin embargo, más de una hora después de la hora pactada, la madre de su última hija no llegaba. "Dieron las nueve y cuarenta cinco, hora en que debíamos arribar al restaurante, y siguió sin dar señales de vida: no se presentó, ni llamó a decir que venía en camino, ni envió mensajes de texto", contó.
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Hija de Jaime Bayly y Silvia Núñez del Arco lloró durante el cumpleaños de su madre
Ante la usencia de Silvia Núñez del Arco, su hija Zoe le consultó si creía que su madre y el profesor eran amantes. "Le dije: no lo sé, pero no me sorprendería", añadió. La pequeña le prometió que no reprocharía a su madre por la tardanza y que no contaría nada de la conversación que mantuvieron mientras la esperaban. "Al final, cuando llegamos al restaurante, eran las once de la noche y la cocina ya había cerrado. Sin embargo, las camareras sugirieron que nos acomodásemos en los sofás del vestíbulo".
Bayly pensó que la celebración se había salvado, pero, a los pocos minutos, su hija rompió en llanto y le contó a su madre que, mientras la esperaban, su progenitor le aseguró que ella estaba enamorada de su instructor y que ocuparían la casa familiar cuando el escritor fallezca. "Me denunció como insidioso, intrigante y cizañero ante su madre. De pronto, yo era el culpable de aquella mala noche, aunque me sentía inocente", relató. El artículo concluye con el escritor revelando que " al día siguiente, domingo en que nadie habló, cancelé los viajes familiares a Buenos Aires en verano y a París en primavera".























