Cacao peruano: precios sobre los US$5.000, mayor demanda y el reto de producir sin deforestar
Oportunidad. El alza del precio del cacao abre una oportunidad para los agricultores peruanos, pero también los enfrenta al desafío de adaptarse a sistemas productivos sostenibles, como la agroforestería. Esto ocurre en un contexto de nuevas exigencias del mercado europeo, que desde 2026 exigirá rastreo y cultivos libres de deforestación para permitir el ingreso del grano.
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Colaboración con Caroline Dettling
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Luis Beltrán Vásquez tiene 78 años y toda una vida dedicada a la agricultura en la selva peruana. Durante décadas se sostuvo gracias a la ganadería, pero hace seis años decidió dar un giro a su labor cuando comenzó a cultivar cacao. “El precio es bueno. Con ninguna otra planta obtienes tanto dinero”, afirma.
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Y no exagera. El precio del cacao, materia prima codiciada e ingrediente esencial para la elaboración del chocolate, supera actualmente los US$5.000 por tonelada, un monto aún elevado, pese a reducirse en más del 50% frente al pico alcanzado en 2024.
El año pasado, el mercado mundial de este grano alcanzó los US$15.200 millones y cada año la demanda crece, empujada por el consumo de chocolate en su mayoría por Europa (cerca del 50% de las ventas mundiales) y otros mercados como Norteamérica y Asia-Pacífico.
Para agricultores como Vásquez, el cacao, más que un cultivo, es una oportunidad de comercio y una posibilidad de vivir mejor que con otros productos. Para los próximos 10 años, se prevé que el mercado crezca a una tasa promedio anual del 4,7% para alcanzar un valor de US$23.000 millones en 2034, según señala el Ministerio de Desarrollo Agrario (Midagri).

Precio actual del cacao supera los US$5.000 por tonelada. Fuente: ICCO
Pero ese auge tiene un costo que no siempre se ve en las cifras. Para abrir nuevas chacras, la selva retrocede. Por la cultivación del cacao – entre otros productos como el café – la selva tropical sufre. Para crear áreas de cultivo, hectáreas de la selva son destruidas. Según el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernamp), las quemas son la razón más frecuente de los incendios en la Amazonía. A eso se suma otra práctica extendida como el monocultivo. Es decir, en muchas parcelas solo hay plantas de cacao.
Esa falta de diversidad vuelve a las plantas más vulnerables a plagas y enfermedades. Para controlarlas, los agricultores recurren a pesticidas que terminan empobreciendo el suelo y haciéndolo menos fértil. Es un círculo que se repite.

Agroforestería, la apuesta para producir cacao para reducir riesgos
Luis Vásquez decidió romper ese ciclo. En su chacra, el cacao no crece solo. Lo rodean plátanos, frijoles, jengibre, cúrcuma y árboles propios de la selva. Entre 8 y 10 variedades diferentes conviven en el mismo terreno. Se le llama agroforestería, un sistema que imita a la naturaleza en lugar de reemplazarla. El resultado no es inmediato, pero es más estable.
Los suelos se vuelven más fértiles, las plantas resisten mejor las plagas y el clima extremo, y la cosecha ya no depende de un solo producto. “Si vas al mercado con un saco de caimitos (fruta tropical dulce óptima para la digestión), los vendes rápido”, cuenta Vásquez. El precio no se compara con el del cacao, pero las frutas ayudan cuando el mercado se vuelve impredecible. Se puede mitigar el riesgo del mercado de cacao, que suele ser muy volátil.

San Martín es la región que más produce cacao en grano. Fuente: Midagri
Sus precios suben y bajan con fuerza, como se ha visto en los últimos años. De hecho al cierre del 2024, el precio del cacao superaba los US$12.000 por tonelada. ¿El motivo? La caída sostenida de la producción global, afectada por tres años consecutivos de clima extremo, entre inundaciones y sequías, en Ghana y Costa de Marfil, los mayores productores del mundo.
El cambio de Luis no fue casual. Detrás está su hijo William Vásquez, gerente técnico de Acopagro, una cooperativa de productores de cacao en la región San Martín. “La agrofestería es un sistema, es el futuro del cacao y, al mismo tiempo, el futuro de la agricultura, porque debemos dejar atrás el monocultivo sin sombra ni diversificación, ya que los cambios climáticos son cada vez más agresivos”, observa.
Padre e hijo forman parte del proyecto Paisajes Sostenibles, impulsado por Helvetas Perú junto con asociaciones cacaoteras, con apoyo de la Cooperación Económica Suiza y la Plataforma Suiza de Cacao Sostenible. Suiza, uno de los países más reconocidos por su chocolate, mira con atención al Perú: necesita cacao, pero cada vez exige más condiciones.

El cacao peruano frente a las nuevas reglas del mercado europeo
Europa procesa más de un tercio del cacao mundial y ahora quiere asegurarse de que ese grano no provenga de la deforestación. La Unión Europea ha aprobado un reglamento que exigirá, desde 2026, trazabilidad y georreferenciación de los cultivos. Para los productores peruanos, el mensaje es que sin información sobre el origen del cacao, no habrá mercado.
En entrevista con La República, el embajador de la Unión Europea en Perú, Jonathan Hadlwel, indicó que “somos grandes consumidores de productos cuyas cadenas de valor pueden incidir en la deforestación; por eso asumimos la responsabilidad de garantizar que lo que consumimos sea libre de deforestación”. Según el diplomático, en nuestro país ya hay avances en georreferenciación y en el cumplimiento de requisitos, especialmente en cacao y café.
Ese contexto abre una oportunidad. El Perú es hoy segundo productor mundial de cacao orgánico, cultivado bajo sistemas sostenibles y de bajo impacto ambiental, pero aún no se ha aprovechado todo su potencial . Además, el país concentra una ventaja poco común. De los 25 grupos genéticos de cacao identificados en América Latina, 16 se encuentran en territorio peruano, una diversidad auspiciosa para enfrentar el cambio climático.
Los chocolateros suizos, cuyo país es el principal consumidor de chocolate en Europa, participan en el proyecto Paisajes Sostenibles en San Martín ven en el Perú un socio estratégico de largo plazo. “La industria chocolatera suiza depende en parte del cacao peruano: alrededor del 10% del grano que utilizamos proviene del Perú”, señala Beat Vonlanthen, director de Chocosuisse, la asociación que agrupa a los principales fabricantes de chocolate del país.

El Perú es el cuarto mayor exportador de cacao en grano a Suiza, lo que ha llevado a ese país a promover una cooperación más estrecha con el Estado, los gobiernos regionales, las cooperativas y los agricultores, con el objetivo de asegurar una oferta sostenible y libre de deforestación.
Pero en el campo, el cambio no es automático. El gobernador regional de San Martín, Walter Grendel Jiménez, advierte que la sostenibilidad necesita ir de la mano con mejores ingresos. “Si los agricultores están perdiendo, terminan deforestando más”, enfatiza.
A eso se suma el problema político de la continuidad. “Cada cuatro años cambian los gobernadores que son quienes toman las decisiones. El reto es dejar una hoja de ruta que no dependa de quién gobierna”, señala Milagritos Ríos, gerente regional de Desarrollo Económico.
Por ahora, Paisajes Sostenibles sigue siendo un piloto. El proyecto en San Martín acaba de lanzarse, y después de un año, existen 10 chacras, que suman un total de cinco hectáreas, donde agricultores como Luis Beltrán Vásquez cultivan cacao según el principio de la agroforestería. Estas chacras, sobre todo, deben servir para demostrar la idea detrás y para convencer a otros productores de que se involucren en esta forma de producción.
Al final, la pregunta no es solo si los agricultores están listos para cambiar. También es si los consumidores en Europa, en Suiza, en el mundo están dispuestos a cumplir su parte y pagar por un cacao que no venga cargado de deforestación.
Datos:
-En 2024, la producción nacional de cacao alcanzó 156.100 toneladas, concentradas principalmente en San Martín (40,0%), Junín (22,6%), Huánuco (11,0%) y Cusco (7,0%).
-Durante el mismo año, el Perú exportó 159.000 toneladas de cacao y derivados por US$1.250 millones, lo que representó un crecimiento de 189,5% frente al 2023, impulsado por la mayor demanda de pasta de cacao, manteca y cacao en grano.
-A nivel global, el Perú se ubicó como el octavo productor mundial de cacao, pero es el segundo mayor productor de cacao orgánico, una posición clave en un contexto de mayores exigencias ambientales.
-El cacao forma parte de la lista de productos incluidos en el Reglamento de la Unión Europea sobre Deforestación (EUDR), que exigirá, desde 2026, que los productos ingresen al mercado europeo libres de deforestación, con trazabilidad, georreferenciación y cumplimiento de la legislación del país de origen.
-El principal uso del cacao, y probablemente el más evidente, es en la producción de chocolate, manteca y polvo de cacao. Sin embargo, este grano también se utiliza para fabricar productos fuera del sector alimentario, por ejemplo en la cosmética.
-Gracias a sus propiedades hidratantes, antioxidantes y revitalizantes, el cacao se encuentra en cremas, aceites y champús. Asimismo, también se utiliza en la industria farmacéutica. También se emplea en la producción de bebidas, productos de repostería y cosméticos, aprovechando sus propiedades aromáticas y nutritivas























