San Valentín: sex shops esperan mantener sus ventas a pesar de la recesión y censura en redes sociales
Como presente o autorregalo, los juguetes sexuales se mantienen como una gran opción de obsequio para San Valentín. Las ventas crecerían en 15% en esta campaña.
San Valentín es una de las épocas en las que las sex shops buscan mayores ingresos. Desde el 2020, con el confinamiento por la pandemia, este mercado se ha diversificado y ha tenido una tendencia de mayor aceptación.
Según cifras de Rappi, empresa que hace entrega de sex toys, los peruanos suelen gastar en promedio S/200 en productos eróticos. Los cinco artículos que encabezan la lista de pedidos a través de las sex shops aliadas de la app son los juguetes sexuales (42%), lencería (30%), vibradores (15%), lubricantes (11%) y retardantes (2%).
Empresas de juguetes sexuales como Foreplay, Las Vibrantes y Gvibes, que vienen incentivando las compras de estos productos mediante la educación sexual, señalan que muchas de estas compras, si bien son regalos que se dan entre parejas, también son adquiridas como autorregalos por mujeres de 25 años en adelante.
“Nuestras ventas generalizadas, actualmente, es 60% mujeres, quienes suelen comprar más vibradores o rabbits, y un 40% por hombres, quienes compran productos para parejas”, apunta Silvanna Peraldo de Foreplay.
Recesión en San Valentín
Este año San Valentín se celebra en medio de una eventual salida de la recesión económica. En el 2023, las empresas de sex toys expresaron que el incremento en sus ventas no fue constante debido al contexto inestable del país, pero, a pesar de esta situación, el interés por los juguetes se ha mantenido.
“Parece que el público peruano conserva una partida presupuestaria para su entretenimiento, pero favoreciendo a las ofertas. Las ventas no incrementaron, se mantuvieron igual que el año anterior y, por otro lado, el ticket promedio bajó en un 20%, dando a entender que las personas buscan precios más atractivos por los mismos beneficios”, dice Peraldo.
Sin embargo, ante este panorama poco favorable, los negocios del rubro esperan que este año las ventas por San Valentín se mantengan igual a las del 2023 o aumenten al menos en un 15%.
“El año pasado no ha sido un año estable en el Perú. Nosotros hemos estado en altos y bajos y no debería ser así, pero arrancamos enero y febrero mejor, así que esperamos que la economía se pueda estabilizar y tener una buena campaña del Día de los Enamorados”, agrega Sally Romero, directora comercial de Gvibes.
Dificultades con la promoción por redes sociales
Las ventas de juguetes sexuales no han salido aún del tabú. Redes sociales como Instagram, Facebook y TikTok censuran las publicaciones de las marcas, por lo que se les hace imposible mostrar sus productos, incluso difuminados.
Foreplay, quienes estuvieron a punto de perder su cuenta de Instagram con más de 100.000 seguidores, comentan que actualmente no pueden publicar absolutamente ningún producto sin que su perfil se vea comprometido, y al ser esta su plataforma principal se les dificulta llegar a nuevo público o dar a conocer nuevos juguetes.
Esto también sucede con Las Vibrantes. Andrea Falconi, creadora de esta marca, señala que desde el inicio del año han empezado nuevas reglas con el algoritmo de Meta, lo cual ha perjudicado de manera directa en el número de sus ventas.
“No podemos promocionar nuestros productos porque nos censura o nos bloquean la página o no la muestra, incluso a tu público. Esto ha incidido en las ventas ocasionando una baja del 30% en mis ventas”, lamenta Falconi.
Ante la imposibilidad de promocionar los juguetes sexuales por redes sociales, las empresas han optado por probar distintas formas de venta, como la compra de publicidad en Google, envío masivo de mensajes a través de WhatsApp, ofertas en sus propias páginas web y la participación en ferias.
“Hay que ser muy creativos, en mi caso, voy a ferias, y las ventas que se dan ahí puede representar un 20% de los ingresos del mes”, resalta Andrea.