Crisis de fertilizantes: ¿son los abonos orgánicos una alternativa?
Uso de abonos orgánicos evita los gases de efecto invernadero y mejora los suelos destinados a la agricultura, aseguran expertos.
Frente a la crisis de fertilizantes y a la alerta de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) sobre una posible crisis alimentaria que afectará a 15,5 millones de peruanos, surgen otras alternativas para hacer frente a esta escasez.
En ese sentido, Alberto Huiman Cruz, profesor de la carrera de Ingeniería en Gestión Ambiental de la Universidad ESAN, señala que es posible y necesario el aprovechamiento de los residuos orgánicos. De esta manera, se evitará los gases de efecto invernadero y también se generarían productos como el compost, humus, bioles, entre otros, que pueden usarse para la mejora de los suelos en la agricultura.
“El compost es un mejorador de suelos, no es la total solución a los problemas, pero puede ayudar varios cultivos durante diversas etapas del crecimiento de los plantones” aseguró.
El especialista indicó que el compost se vuelve una alternativa frente a los precios altos de los fertilizantes químicos, toda vez que América Latina y el Caribe enfrentan una inseguridad alimentaria moderada o grave.
¿Cuáles son las diferencias entre abonos orgánicos y fertilizantes sintéticos?
Las desigualdades en el uso de abonos orgánicos y fertilizantes químicos radican en diversos factores. Entre estos se encuentra el tamaño de la planta cultivada. En investigaciones realizadas, se comprobó que el empleo de estiércol de bovino tuvo un mejor comportamiento en plantas de tubérculos y alcanzó una altura mayor, comparada con la utilización de fertilizantes químicos, sostuvo Huiman, quien además es Dr. en Ciencias Ambientales.
“Igualmente, se comprueba que la utilización de gallinaza como abono aporta mayores nutrientes y un mayor rendimiento comercial, mayor producción de materia seca, una mayor acumulación de nitrógenos y mayor contenido de C-biomasa microbiana al suelo”, menciona.
Asimismo, precisa que, al evaluar la calidad de abono elaborado a partir del estiércol de porcinos, se obtienen resultados positivos, ya que mejora el rendimiento, el valor nutricional de la planta, mejora las características fisicoquímicas del suelo y existe una mayor utilidad neta por hectárea.
“En nuestro país, hay mercado de fertilizantes; sin embargo, los precios de fertilizantes químicos comerciales se han cuadruplicado, importándose menos y afectando la cadena de suministros. Según el Censo Agropecuario (2012), seis de cada diez productores agrarios en el Perú utilizan fertilizantes químicos; en consecuencia, incrementar el precio perjudica la producción y ganancias”, finalizó.