Festival de Venecia inicia sin estrellas y con polémica
Sin alfombra roja. El evento más antiguo del cine abrió el telón bajo la sombra de la huelga de Hollywood y con directores cuestionados por abuso sexual.
La 80.ª edición de la Mostra de Venecia abrió sin estrellas ni brillo, con una película italiana y con la huelga de actores y guionistas en Hollywood como telón de fondo.
Damien Chazelle, presidente del jurado del festival, apareció en el Palacio del Cine del Lido vistiendo una camiseta de apoyo a la huelga de guionistas. El director de La la land comenzó su discurso en la rueda de prensa, recordando que la huelga de guionistas cumple hoy 120 días y la de actores 48, antes de defender “la idea básica de que cada obra de arte tiene un valor y no es solo una pieza de contenido para alimentar un canal, como parece la idea predominante en Hollywood ahora. Hacer un arte sostenible para la gente que lo crea es el corazón de este conflicto y el origen del debate sobre los ‘residuals’, la gente debe ser remunerada de forma apropiada por cada obra de arte”.
El ganador de un Óscar al mejor director por La la land lamentó la ausencia en el festival de “mucha gente a la que le encantaría estar aquí” y ha incidido en que “son tiempos difíciles en Hollywood para los guionistas y actores, pero también para los técnicos. Todo el mundo está afectado y no debemos olvidarlo mientras celebramos aquí en Venecia el arte del cine”.
Sin artistas y con escándalo
De otro lado, el director de la Mostra, Alberto Barbera, confirmó que la actriz española Penélope Cruz no acudirá al festival “por razones personales”, a pesar de que inicialmente estaba prevista su participación como protagonista de Ferrari, de Michael Mann, junto con Adam Driver, que compite en la sección oficial.
Tanto Mann como Driver sí estarán mañana, en el Lido, tras haber obtenido la autorización del sindicato de actores de Hollywood (SAG-AFTRA) para promocionar su filme, una producción independiente.
Barbera recordó que no participará ninguno de los actores de producciones de la AMPTP, que engloba a plataformas y grandes estudios tradicionales, lo que excluye definitivamente nombres como Emma Stone, Michael Fassbender, Bradley Cooper, Ralph Fiennes o Benedict Cumberbatch.
Entre los que sí estarán, ha mencionado al equipo de Sophia Coppola para presentar Priscilla, el biopic sobre Priscilla Presley, y a Léa Seydoux, protagonista del nuevo filme de Bertrand Bonella, La bête.
La película que debía abrir el festival, Challengers, con la joven estrella estadounidense Zendaya, también tuvo que ser sustituida por Comandante, película italiana de Edoardo de Angelis, debido a la protesta que sacude Hollywood.
Pero la Mostra no está exenta de polémica por la presencia de tres directores que se vieron confrontados a escándalos sexuales, entre ellos, Roman Polanski, que sigue bajo amenaza judicial en Estados Unidos por la violación de una menor en 1977. La denunciante lo perdonó públicamente, pero otras mujeres han surgido con acusaciones contra el director de El pianista.
También está Woody Allen, que presentará Coup de chance, su 50.ª película, a quien lo persiguen las acusaciones de abusos de su hija adoptiva Dylan, y el francés Luc Besson, que acaba de ser absuelto de una denuncia por violación, quien volverá al cine con Dogman.
La decisión de invitar a los tres directores provocó la ira de activistas feministas. Pero para Alberto Barbera, era “necesario hacer una distinción entre el hombre y el artista”.