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Renato Rueda: “En Autoerótica fue la primera vez que me sentí cómodo frente a una cámara”

La película aborda la historia de una adolescente que explora su sexualidad y tuvo buena aceptación del público en el Festival de Cine de Lima. El actor cuenta detalles de su participación y reconoce el trabajo de Andrea Hoyos, directora de la cinta.

Renato Rueda, miembro del elenco de Autoerótica, afirma que en estos momentos no se puede vivir del teatro. Foto: composición/Renato Rueda
Renato Rueda, miembro del elenco de Autoerótica, afirma que en estos momentos no se puede vivir del teatro. Foto: composición/Renato Rueda

A sus 31 años ha interpretado 31 obras de teatro, cuatro películas y conduce un programa de televisión. Renato Rueda pertenece a la nueva ola de actores peruanos que encarnan al teatro tradicional junto con las nuevas formas de hacer actuación dentro del mundo artístico.

Mientras converso con Renato, el amor que tiene hacia su profesión se evidencia en cada una de sus declaraciones. Como si fuese una obra de teatro, cuenta pasajes de su vida con énfasis y pasión. La catarsis se presenta cuando recuerda el día en que no fue aceptado para estudiar psicología en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), experiencia que marcó el derrotero de su vida artística.

La entrevista abarca distintos temas de su vida y su carrera, pero empezamos hablando de Autoerótica, la película, dirigida por Andrea Hoyos, que participó en la categoría ficción del Festival de Cine de Lima, y que fue la primera en agotar entradas el primer día de su salida.

El trabajo audiovisual, cuya idea medular es retratar el inicio de la vida sexual de una adolescente limeña, es la primera obra de Andrea Hoyos, quien con su trabajo busca romper temas tabúes que se mantienen en la sociedad.

¿Cómo llegaste a ser convocado para el papel de Autoerótica?

Yo llegué a esta película porque Andrea Hoyos me vio actuando en una obra llamada Pulmones. Me escribió para decirme que tenía un guion que estaba escribiendo y que le gustaría darme un papel. Nos juntamos en un restaurante y me explicó que tenía un proyecto para postular a la Dirección del Audiovisual, la Fonografía y los Nuevos Medios (DAFO). En ese momento, la cinta no existía, recién iba a postularse al fondo. Nosotros hablamos y grabamos una escena para el teaser y así fue como ganó el premio de producción de cultura del 2018.

¿Ella te comentó que tenía en mente hacer un cine liderado por mujeres?

Ella me dijo al principio que quería que la película esté comandada por mujeres; es decir, la productora, la asistente de dirección, la jefa de sonido, la jefa de vestuario, la directora de arte y la jefa de foto tenían que ser mujeres. Para mí eso no fue nunca un problema, pues me parecía bravazo la idea de ser dirigido por una cineasta tan joven, cosa que nunca me pasaba. Normalmente me dirigían hombres o mujeres de todas las edades, pero nunca nadie de la edad de Andrea (en aquel entonces tenía 23 años).

En el elenco de Autoerótica, ¿cuántos hombres actuaron?

Somos tres: César Ritter, Beto Benites, y yo.

¿De qué trata tu personaje?

Yo soy un peruano que contacta a una adolescente a través de una red social de citas. En la película yo era mayor de edad y sin reparo mi personaje decide conocer a la protagonista a pesar de la diferencia de edades.

Renato Rueda en Autoerótica. Foto: capturas Autoerótica

Renato Rueda, Autoerótica, Festival de Cine de Lima.

¿Ves algún beneficio en tener una producción conformada mayoritariamente por mujeres?

Es un plus porque desde mi perspectiva hay un mayor reconocimiento de las sensibilidades femeninas que normalmente no son retratadas en el cine. Esto significa que hay cosas que tienen que cambiar en el sentido de que debe haber mayor paridad para las mujeres en la presencia del cine o en la industria cultural y Autoerótica es una ventana de oportunidades que muchas veces no hay.

¿Qué destacas sobre el trabajo de Andrea Hoyos y su aporte al cine peruano?

Lo que más rescato del trabajo de Andrea es el cariño con el que hace las cosas. Además, es muy amable con la gente y con los profesionales que participaron en el rodaje. Me parece una persona muy valiente para hablar de ciertos temas tabúes que aún tenemos como sociedad.

¿Te sentiste cómodo al momento de grabar Autoerótica?

Sí, porque fue la primera vez que logré traer la comodidad que había logrado durante años en el teatro. Antes había grabado, pero sentía que me costaba. Con el proceso de ensayos que tuve con Andrea, logré crear un personaje y fue la primera vez que me sentí realmente cómodo delante de una cámara. Sentí esa libertad que siento en las tablas del teatro durante el proceso de la película. Fue la primera vez que me sentí cómodo frente a una cámara.

¿Cómo llegaste a ser conductor de un programa de televisión?

Me contactaron de canal J para que haga un casting, que fue de forma remota. Me preguntaron si me gustaría conducir un programa sobre temas del pasado que me gustan, hice mi casting y quedé.

¿Cómo va el desarrollo de tu programa?

Acabamos de empezar a grabar la tercera temporada y cada vez me va mejor. Las primeras veces yo temblaba mientras conducía. Hasta que entendí que lo que yo hacía como actor podía hacerlo como conductor. Con el tiempo fui consciente de que mi formación como actor aportaba a la conducción. Desde ese momento, mi cuerpo se relajó.

¿Cómo ha influido la pandemia de la COVID-19 en tu carrera como actor?

En toda la pandemia yo hice dos obras dirigidas por Zoom (Empezando a salir y El club de los cuatro), que fueron escritas por Barbara Falconí. Este proceso hizo que recordara nuevamente mi vocación: contar historias. Me sentí muy cómodo actuando en obras virtuales. Más que vivir de la actuación, hoy quiero vivir de contar historias y eso es algo que me gusta mucho porque siento que puedo aplicar todo lo que sé.

¿Cómo es que tú decides estudiar actuación? ¿Cuál fue tu motivación?

Mi motivación fue que no me aceptaron en Psicología; yo quería ser psicólogo en la Católica y no me aceptaron porque en el fondo lo que yo quería era actuar.

¿Qué es lo que más te gusta o lo que más te divierte de actuar?

Lo que más me excita es cuando me llaman o cuando me proponen un proyecto; es decir, cuando llega un mensaje o un correo de improviso de un director que admiro. Si es un proyecto que me ha encantado, llamo a mi gente a contarles.

¿Cuál ha sido la obra más significativa para ti?

Pulmones es la más especial para mí. Es una obra que dirigió Norma Martínez, en la que actuamos Fiorella Pennano y yo. Para mí fue la cinta que terminó de cuajarme en mi etapa de actor. Terminé de asentar lo que pensaba y ahí Norma Martínez, que la considero mi maestra, me guío mucho más. Con ella he aprendido todo lo que hoy pongo en práctica.

Renato Rueda en su papel protagónico en la obra de teatro Pulmones. Foto: Luis Felipe Huamán

Actor, Renato Rueda.

¿Ser protagonista en una obra es determinante para que el actor muestre todo su talento?

Es una buena pregunta, porque cuando eres protagonista se siente especial, eres el centro de atención. En mi experiencia, yo me siento más especial cuando soy protagonista, pero considero que no fluyo tanto, salvo en casos específicos como Pulmones. Cuando he sido uno de los personajes secundarios, he podido “jugar” en el escenario y, en consecuencia, actuar mejor.

¿Para ti cuál es la diferencia entre un actor de películas y uno de teatro?

Experiencia para entender de la cámara. La vez pasada la directora de foto me decía que le dé la cara porque no me la veía, y ahí me di cuenta que no tenía esa consciencia. En cambio, en el teatro sí me sentía como pez en el agua, porque es lo que vengo haciendo hace años. Ahí siento una energía que ya sé como manejarla, en cambio en películas es una cosa más sutil.

¿Se puede vivir del teatro?

No en estos momentos. Considero afortunados los que tienen la oportunidad de hacerlo porque hoy en pandemia es muy difícil. Ahora, para lograr este objetivo hay que hacer muchas cosas entre locuciones, comerciales y demás.