Científicos identifican una rara mutación genética que permite a algunas personas vivir con solo 4 horas de sueño
Un estudio de la Universidad de California ha encontrado una mutación que permite a los humanos desarrollarse mejor con menos horas de sueño que el resto de la población humana.
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Dormir menos de lo recomendado sin presentar efectos adversos es una capacidad reservada a pocos. Un nuevo estudio científico ha identificado una mutación genética poco común que permitiría a ciertas personas mantenerse saludables y alertas con apenas cuatro horas de descanso nocturno. El hallazgo de la Universidad de California, describe la variante SIK3-N783Y, vinculada a lo que los expertos llaman super dormidores.
Este descubrimiento se suma al creciente interés en la genética del sueño, una rama de investigación que busca entender por qué algunas personas que duermen poco —entre cuatro y seis horas— no sufren los efectos típicos de la privación del sueño, como fatiga, pérdida de memoria o deterioro cognitivo. Según la neurocientífica Ying-Hui Fu, estas personas presentan una capacidad superior para realizar funciones restaurativas durante el sueño, lo que les permite lograr una mayor eficiencia del descanso.
¿Cómo afecta esta mutación al sueño?
La mutación SIK3-N783Y altera el comportamiento del gen Sik3, asociado previamente con la regulación del sueño profundo. En las personas que la poseen, el cuerpo logra completar procesos como la reparación celular y la desintoxicación cerebral en menos tiempo. En lugar de las siete u ocho horas que la mayoría necesita, estos individuos pueden dormir 4 horas y despertar sin secuelas.
Lo más relevante del hallazgo es que estas personas no sufren trastornos del sueño ni muestran un rendimiento inferior. Por el contrario, según los científicos del sueño involucrados en la investigación, su funcionamiento físico y mental permanece intacto o incluso más agudo tras un descanso más breve.
"Nuestros cuerpos siguen trabajando cuando nos acostamos", desintoxicándose y reparando daños, declaró Ying-Hui Fu. "Estas personas (que duermen poco por naturaleza), todas estas funciones que nuestro cuerpo realiza mientras dormimos, simplemente pueden realizarlas a un nivel superior al nuestro",
¿Cómo se realizó este experimento del sueño?
Para confirmar el impacto de esta mutación del sueño, los investigadores recurrieron a un modelo animal. Modificaron genéticamente ratones de laboratorio para portar la variante SIK3-N783Y. Al compararlos con ejemplares sin la mutación, observaron que los ratones modificados dormían entre 31 y 54 minutos menos, incluso después de haber sido privados de sueño mediante estimulación manual.
Aunque los ratones duermen aproximadamente 12 horas al día —mucho más que los humanos—, la diferencia obtenida es estadísticamente significativa. Los investigadores destacaron que los ratones utilizados eran genéticamente homogéneos, lo cual podría explicar parte de la variabilidad observada.
¿Cómo ayudaría este hallazgo en el futuro del descanso humano?
La identificación de la mutación SIK3-N783Y representa una oportunidad para el desarrollo de terapias enfocadas en optimizar el sueño en personas con trastornos crónicos como el insomnio o la hipersomnia. Si se logra replicar este tipo de sueño eficiente en pacientes con dificultades para descansar, podrían reducirse los efectos colaterales del sueño insuficiente sin recurrir a fármacos sedantes.
Además, el estudio alimenta el debate sobre la personalización del descanso y el potencial de intervenir en la genética del sueño para mejorar la calidad de vida. A medida que se descubren nuevas mutaciones del sueño, como esta en el gen Sik3, se amplía el horizonte hacia tratamientos más precisos para quienes duermen menos horas por necesidad o limitación biológica.