Científicos descubren nueva especie humana con dientes y cráneo gigantes: se extinguieron hace 200.000 años
Se presume que estos humanos primitivos fueron cazadores especializados y coexistieron con otras especies humanas. Las similitudes con los denisovanos sugieren una posible conexión, pero se requiere más investigación para confirmarlo.
La evolución humana sigue siendo un enigma para la ciencia, con muchos misterios aún por desvelar que ayudarían a conocer más sobre nuestro origen. En un reciente estudio publicado en la revista Nature Communications, se reveló que un equipo internacional de científicos decubrió una nueva especie humana, Homo juluensis, que habitó el noreste de China hace unos 200.000 años. Los restos de esta especie, se caracterizan por tener enormes dientes y cráneos de gran tamaño. Esto lo distingue de otras especies ya conocidas, como los neandertales y los Homo sapiens. Este hallazgo plantea nuevas interrogantes sobre nuestro proceso evolutivo, el origen de nuestros antiguos parientes y su posición dentro del árbol evolutivo humano.
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El análisis fue dirigido por los antropólogos Christopher J. Bae y Xiuejie Wu, quienes examinaron los restos de 16 individuos descubiertos en las décadas de 1980 en sitios arqueológicos como Xujiayao y Xuchang. Estos restos no encajaban con ninguna de las especies que fueron identificadas previamente, lo que llevó a los investigadores a catalogarla como una especie desconocida hasta el momento. Sin embargo, suponen que esta especie formaría parte de un grupo antes descubierto por las similitudes y la poca información, pero solo sería una hipótesis.
¿Qué características físicas presenta esta nueva especie humana?
Los restos de Homo juluensis presentan características físicas singulares, como cráneos anchos y dientes desmesuradamente grandes. Estas particularidades resultan sorprendentes al compararlas con los neandertales y Homo sapiens, cuyos cráneos eran más pequeños y sus dientes menos robustos. Según los investigadores, la diversidad morfológica de los homínidos del Cuaternario tardío en el este de Asia es mucho mayor de lo que se pensaba, lo que resalta la complejidad de nuestra historia evolutiva.
Los fósiles de estos humanos primitivos fueron acompañados de miles de artefactos, herramientas de piedra y huesos de animales, lo que ofrece valiosa información sobre sus prácticas cotidianas. A través de estos hallazgos, se ha determinado que estos individuos eran cazadores especializados, utilizando las pieles de los animales que cazaban para confeccionar ropa que les permitiera sobrevivir en un clima frío.
Los restos de Homo juluensis tienen características particulares. Foto: Google.
¿Con que otras especies humanas coexistió?
El descubrimiento de Homo juluensis plantea nuevas interrogantes sobre la interacción entre diversas especies humanas en el pasado. Al igual que otros hallazgos recientes, como el Homo floresiensis o los denisovanos, esta especie añade complejidad al ya intrincado árbol genealógico humano. Los restos de Homo juluensis parecen indicar que coexistieron con otras especies humanas en el mismo período, hace aproximadamente 300.000 años, durante el Cuaternario tardío, una época en la que también vivían los neandertales y los Homo sapiens.
Algunos estudios sugieren que Homo juluensis podría estar relacionado con los denisovanos, una especie enigmática de la que se conoce muy poco. Los investigadores han encontrado similitudes entre los fósiles de mandíbulas y dientes de ambos grupos, lo que abre la posibilidad de que formen parte de una misma línea evolutiva. Sin embargo, esta relación sigue siendo solo una hipótesis que necesitará más estudios para confirmarse.
Taxones de homínidos primarios del Cuaternario Tardío del este de Asia. Foto: National Geographic.