Científico de Harvard advierte los peligros de bañarse todos los días: "Está influido por el marketing"
¿Te cuesta darte un duchazo con este frío de invierno? Robert H. Shmerling, de la Universidad de Harvard, resalta que esta costumbre no tiene por qué realizarse a diario: atenta contra nuestro sistema inmunológico.
¿A quién no le han dicho que bañarse todos los días es una práctica obligada por el bien de la salud? El duchazo recurrente se ha convertido casi en un mandamiento. Sin embargo, un científico de la Universidad de Harvard publicó un artículo en el que recomienda dosificar esta costumbre porque podría acarrear consecuencias nada agradables.
Además, el especialista enfatiza en que el uso constante de determinados productos para darse un duchazo, como los champús, solo responde a un bombardeo de publicidad que poco tiene que ver con una base científica sólida.
¿Ducharse seguido es más saludable que solo hacerlo a veces?
Según un artículo de Robert H. Shmerling, editor principal de la facultad Harvard Health Publishing, más del 60% de estadounidenses y australianos se duchan diariamente, mientras que en China, casi la mitad de la población se baña solo dos veces por semana. Esta variación en los hábitos tiene que ver con las normas sociales de cada país. En la mayoría de los casos, tomar un baño es una muestra de respeto hacia los demás.
En Estados Unidos, la ducha diaria comienza típicamente en la adolescencia y se mantiene como una práctica de por vida, aunque no siempre está motivada por consideraciones de salud. Más bien, refleja preferencias personales. Tal como escribió el experto, las personas se bañan a diario por las siguientes razones:
- Evitar el mal olor corporal
- Necesidad de un refresco al despertar
- Aseo luego del ejercicio matutino.
El bañarse todos los días es una costumbre bien arraigada. Foto: iStock
Científico de Harvard cree que el hábito de bañarse también proviene del marketing
Esta tendencia de bañarse todos los días se ve reforzada por la publicidad y las etiquetas de productos que promueven el lavado diario, a menudo sin base científica sólida. En un mundo globalizado y bombardeado de anuncios, tanto en medios clásicos como digitales, el cerebro se acostumbra a adoptar ciertos patrones y los normaliza. Lo extraño sería que alguien se cuestione si verdaderamente pasarse el jabón por el cuerpo todos los días o someterse a los químicos de los champús nos fortalece.
"Y parte (quizá gran parte) de lo que hacemos en lo que respecta a los hábitos de limpieza está muy influido por el marketing. ¿Has notado alguna vez que las instrucciones de los envases de champú suelen decir 'enjabonar, enjuagar y repetir'? No hay ninguna razón convincente para lavarse el pelo dos veces en cada ducha, pero se venden más champús si todo el mundo sigue estas instrucciones", sostiene Shmerling.
Los científicos de un estudio publicado en American Journal of Infection control resaltaron que es mejor usar jabón líquido que sólido. Foto: El Confidencial
Los peligros de bañarse seguido, según científico de Harvard
Aunque muchas personas consideran la ducha diaria como una medida higiénica necesaria, en realidad puede tener efectos adversos para la piel y la salud en general. "La piel normal y sana mantiene una capa de aceite y un equilibrio de bacterias 'buenas' y otros microorganismos", escribe el experto de la Universidad de Harvard. Según su artículo científico, el lavado y frotado puede eliminar estos microorganismos coexistentes, peor aún con agua caliente. Las consecuencias son las siguientes:
- La piel puede secarse o irritarse
- La piel agrietada favorece que las bacterias atraviesen la piel y produzcan infecciones cutáneas y reacciones alérgicas.
- Si se usa jabones antibacterianos, puede alterar el equilibrio de los microorganismos, por lo que aparecerán organismos más resistentes a los antibióticos.
- Hay una necesidad de que el sistema inmunológico se enfrente de vez en cuando a suciedad y microorganismos comunes para crear anticuerpos.
- El agua con la que nos bañamos puede contener sales, metales pesados, cloro, pesticidas y otros productos químicos.
Por lo tanto, algunos expertos recomiendan limitar las duchas a varias veces por semana, centrándose en las axilas y en las ingles, a menos que haya una necesidad específica de higiene o actividad física intensa. Robert H. Shmerling recalca que no existe una "frecuencia ideal" a cumplir.
En resumen, aunque la frecuencia ideal de ducharse puede variar según las circunstancias personales y culturales, la evidencia sugiere que los baños diarios no son necesarios para mantener una buena salud y podrían tener efectos negativos para la piel y el medioambiente.