Así era Clymene, el océano que aislaba a la Amazonía del resto de Sudamérica
Este océano interno dividía al continente sudamericano en distintos bloques de corteza hace millones de años, sugieren geólogos brasileños.
La corteza terrestre ha tenido múltiples aspectos en los 4.500 millones de años de existencia de nuestro planeta. Los continentes se han fusionado para formar supercontinentes y, en algunos lugares, los océanos se han cerrado para dar origen a uno nuevo en otro punto de la Tierra.
En este último caso se encuentra Clymene, un antiguo océano que se encontraba en el corazón de Brasil y separaba a la Amazonía del resto de bloques de Sudamérica, hace aproximadamente 570 millones de años, entre las épocas geológicas del Ediacárico y el Cámbrico.
Si bien la teórica existencia Clymene fue propuesta por primera vez en 2010 por un equipo de geólogos brasileños, recién en los últimos años se han encontrado mayores evidencias sedimentarias y de vida fósil que prueban su existencia, indica la revista Pesquisa.
La pieza final de Gondwana
Antiguamente, el consenso científico dictaba que Gondwana había adquirido su estructura definitiva en un tiempo simultáneo, casi de un solo golpe. Sin embargo, los estudios sobre Clymene contradicen esta hipótesis.
Se estima que el océano Clymene, cuyo nombre ha sido recogido de la mitología griega, se cerró definitivamente hace 520 millones de años y que su desaparición fue la última pieza del rompecabezas que dio forma a Gondwana.
Ubicación de Gondwana y Laurasia. Foto: Educa Madrid
Gondwana fue una gigantesca masa terrestre ubicada en el hemisferio sur del planeta que estuvo compuesto por lo que hoy es América del Sur, Antártida, África, además de Australia, India y la península arábiga.
Hace 300 millones de años, producto de la tectónica de placas, Gondwana se juntó, por su extremo suroeste, con Laurasia, continente ubicado en el hemisferio norte, y dieron forma a Pangea, el último supercontinente de la Tierra.
La desaparición del océano Clymene (en azul claro) juntó a la Amazonía con los otros bloques de América del Sur. Foto: Pesquisa
Una cicatriz en la corteza
El cierre del océano Clymene dejó una cicatriz geológica en la corteza conocida como el cinturón de Paraguay, una cadena de montañas en forma curva que se extiende desde el sur de Argentina hasta el límite de los estados brasileños de Maranhao y Pará, atravesando Mato Grosso.
Esta historia ha podido ser determinada mediante la datación de las arcillas depositadas en el fondo de este antiguo océano y el estudio de los minerales presentes en las rocas, los cuales contienen información sobre la dirección y la intensidad del campo magnético almacenado en dichos minerales, detalla un estudio publicado en la revista Geology en 2010.