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Ciencia

Estas 5 enfermedades se transmiten de animales a humanos y pueden ser mortales

Diversos patógenos que se hospedan en insectos, gatos y otros animales pueden causar enfermedades graves o incapacitantes en los humanos.

Las enfermedades zoonóticas son aquellas que se transmiten de animales a humanos. Algunas de ellas pueden generar repercusiones graves de la salud. Foto: composición / AFP / The Life Habit / Sherri y Brock Fenton
Las enfermedades zoonóticas son aquellas que se transmiten de animales a humanos. Algunas de ellas pueden generar repercusiones graves de la salud. Foto: composición / AFP / The Life Habit / Sherri y Brock Fenton

Aparte del coronavirus SARS-CoV-2, un patógeno que pudo haber pasado de un animal exótico a un ciudadano de Wuhan, existe un gran número de otros virus, bacterias y parásitos que se transmiten con las mordeduras de animales, el contacto con sus excreciones u otras vías de contagio.

A continuación, una lista de enfermedades zoonóticas que pueden generar síntomas graves o hasta incapacitantes en los seres humanos.

Toxoplasmosis

Esta infección se produce tras la invasión del parásito Toxoplasma gondii, cuyos principales huéspedes son los gatos domésticos y salvajes. La transmisión puede ocurrir tras el contacto con las heces de los felinos, donde los huevos del parásito se aerolizan. Esta es la razón por la que siempre se recomienda emplear mascarillas o guantes al momento de la limpieza.

Cuando T. gondii tiene un huésped humano suele esconderse en áreas carentes de defensa inmunológica como el cerebro y el corazón. Las personas sanas rara vez tienen complicaciones con la toxoplasmosis; sin embargo, si no se trata a tiempo, puede causar ceguera, discapacidad mental o encefalitis.

Las personas de mayor riesgo son aquellas con VIH, con tratamiento de quimioterapia o que dependen de medicamentos inmunosupresores.

toxoplasmosis gatos

los gatos domésticos y salvajes pueden transmitir el parásito toxoplasma gondii, causante de la toxoplasmosis. Foto: Menahem Kahana / AFP

Ébola

Los animales más probables de haber originado en 1976 el primer brote de ébola en humanos son los murciélagos u otros primates (gorilas, chimpancés, etc.). El virus del ébola se transmite por el contacto con la sangre, las secreciones u otros fluidos corporales de las especies infectadas.

Pese a que en un inicio sus síntomas pueden ser similares a una fiebre común, en un promedio de 8 y 10 días la enfermedad puede devenir en diarreas, vómitos y hemorragias letales en los órganos, vasos sanguíneos, encías y excreciones. Incluso un estudio reciente en monos ha descubierto que puede reinfectar el organismo después de varios años tras esconderse en el cerebro durante la etapa de tratamiento.

“Estamos realmente preocupados”: Guinea registra muertes por ébola

En Guinea-Conakri no se había detectado ébola desde el fin de la gran epidemia que sacudió África Occidental entre 2013 y 2016. Foto: referencial/AFP

Los especialistas equiparan enfermar de ébola con “morir por mil cortes internos”. Según la OMS, la tasa de letalidad promedio es del 50%, aunque su gravedad ha variado con cada brote. De los casi 30 brotes ocurridos hasta la fecha, el más letal y extendido (2013-2016) cobró la vida de más de 28.000 personas.

Cisticercosis

La cisticercosis humana se adquiere por las larvas de Taenia solium, una tenia que portan los cerdos. La infección se produce cuando las personas entran en contacto con alimentos, agua o superficies contaminadas por las heces de estos animales. El riesgo también es mayor cuando se consume carne cruda del animal infectado.

El periodo de incubación de la tenia en los humanos es variable, por lo que puede ser asintomática durante años mientras se va a agrupando en quiste adultos por los tejidos musculares y cerebrales.

Asimismo, el estado de infección más peligroso ocurre cuando la tenia invade el cerebro (neurocisticercosis). Allí puede generar síntomas severos como ceguera, epilepsias recurrentes, demencia o incluso la muerte.

cisticercosis

La cisticercosis se propaga por el contacto con heces de animales infectados con tenias. Foto: Robert J. Galindo / Wikicommons

Enfermedad de Lyme

La enfermedad de Lyme o borreliosis es provocada por Borrelia burgdorferi y Borrelia mayonni, un grupo de bacterias que habitan en gran cantidad en garrapatas de patas negras (o garrapata de ciervos). Las infecciones más frecuentes se producen en los Estados Unidos, África, Europa y Asia.

La transmisión de la enfermedad de Lyme ocurre únicamente tras la picadura de una garrapata. A partir de los dos días, sus síntomas son la fiebre, dolor de cabeza, cansancio y erupciones cutáneas.

garrapata en humano

La transmisión de la enfermedad de Lyme ocurre tras la picadura de una garrapata. Foto: AFP

Si bien una picadura se puede tratar con antibióticos, cuando no se remueve la garrapata en tres o cuatro días, existe un mayor riesgo de que se extienda a las articulaciones, al corazón o el sistema nervioso (causando parálisis facial o neuropatías). Muy rara vez son causa de muertes.

Dengue

El dengue es una infección vírica que transmiten los mosquitos hembra, principalmente aquellos de la especie Aedes aegypti y Aedes albopictus. La mayoría de las infecciones permanecen asintomáticas o provocan síntomas leves similares a la gripe. Sin embargo, los casos de dengue grave pueden resultar mortales tanto para niños como adultos.

Pese a que en las últimas dos décadas los casos de dengue se han multiplicado por veinte en los trópicos, donde la enfermedad es endémica, la alerta epidemiológica continúa siendo alarmante.