Me vacuné con dos dosis y me contagié: ¿cuánto debo esperar por la tercera dosis?
Los expertos señalan que la inmunidad generada por la vacuna más la infección amplía el tiempo de protección contra el coronavirus.
En un contexto de más contagios de COVID-19 debido a la variante ómicron, más de una persona que ha superado la infección se puede haber preguntado cuándo es el tiempo adecuado para aplicarse la vacuna de refuerzo (o tercera dosis). Ahora, distintos especialistas recomiendan que ese lapso de espera sea de cinco meses.
La recomendación fue recogida este martes para la próxima actualización de los protocolos de la Comisión de Salud Pública de España, el ente encargado de gestionar la pandemia en dicho país. Según sus técnicos de salud, “el hecho de tener una infección por SARS-CoV-2 tras tener la pauta completa de vacunación, hace que se desarrolle una respuesta inmune más potente y más amplia”.
Después de la vacunación y el contagio con el coronavirus SARS-CoV-2 —independientemente de la variante— nuestro organismo adquiere una inmunidad más potente que nos protege de la enfermedad grave y la muerte. Esta resistencia desaparece muy lentamente, por lo que la inoculación de una tercera dosis en una fecha más cercana a la infección ‘desperdicia’ el tiempo de inmunidad natural.
Los autores del estudio sospechan que el intervalo entre dosis podría influir en el desarrollo de inflamaciones. Foto: Neil Hall / EFE
En el protocolo de salud española, en el caso de los niños de 5 a 11 años, si la infección ocurre sin haber recibido ninguna dosis, la primera y única dosis contra el coronavirus se deberá aplicar dos meses después del diagnóstico. Este intervalo también se cumple si el contagio sucedió luego de haber recibido la primera dosis y estaban en espera de la segunda.
Como señaló ante El País el presidente de la Sociedad Española de Inmunología, Marcos López Hoyos, si bien una tercera dosis tan cerca de la infección no es peligrosa, es poco útil, ya que “el efecto casi ni se nota”. “No por dar una y otra dosis hasta el infinito sin espaciamiento de tiempo vamos a conseguir una mejor protección”, señaló.
Según los técnicos de la entidad, la variante ómicron reactiva significativamente nuestras células T, aquellas que tienen una memoria propia contra el coronavirus. Las células T o linfocitos T (una parte de la inmunidad humana aparte de los anticuerpos) se caracterizan por aniquilar las propias células infectadas y pueden reconocer todas las variantes del SARS-CoV-2, desde alfa hasta ómicron.
Asimismo, la autoridad sanitaria española señala que “las infecciones por ómicron aumentan la respuesta de células de memoria a antígenos víricos diferentes a la proteína S, en comparación con las infecciones tras la vacunación causadas por la variante delta”.
En ese sentido, tras la vacunación, una infección por ómicron es como una nueva dosis, pero más completa, porque no solo nos exponemos a una parte del virus, como con la inyección, sino a todos sus antígenos.