Un virus dormido se reactiva en el cuerpo de pacientes con COVID-19
El virus VEB permanece inactivo en casi toda la población mundial, pero está ‘despertando’ en muchos pacientes con COVID-19 y parece causar síntomas persistentes, revela un nuevo estudio.
Casi la cuarta parte de personas diagnosticadas con COVID-19 sufre síntomas que persisten semanas o meses después de la infección, el llamado síndrome de COVID crónico. Estos malestares, tan diversos como fatiga, confusión mental y erupciones cutáneas, no han podido ser explicadas del todo por los especialistas.
Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista Pathogens ha identificado la reactivación del virus Epstein-Barr (VEB) como un causante del COVID crónico.
El VEB, perteneciente a la familia de los herpesvirus, es un patógeno tan común que ha infectado al 90% de las personas principalmente en la niñez y la adolescencia. La infección por VEB puede pasar desapercibida o causar síntomas leves como fatiga, fiebre e inflamación de la garganta; luego el virus se vuelve inactivo y así logra permanecer en el cuerpo humano.
“El VEB permanece latente en los linfocitos B (células productoras de anticuerpos)”, explica a La República el microbiólogo y docente en la Universidad San Francisco de Quito, Paúl Cárdenas, quien no participó en el estudio.
“Sin embargo, cuando una persona tiene una infección que promueve la replicación de los linfocitos, se puede generar la reactivación del VEB”, acota.
Un equipo de científicos de World Organization quería averiguar si esto estaba sucediendo con los recuperados de COVID-19. Para ello, reclutaron 50 personas que habían dado positivo al coronavirus (SARS-CoV-2) por lo menos tres meses antes. A todos se les realizó una prueba de anticuerpos contra el VEB que detecta su reactivación.
De los 30 que padecían síntomas persistentes, 20 dieron positivo a la prueba de VEB. En tanto, de los 20 que ya no padecían dolencias, solo 2 presentaban reactivación de este virus.
También aplicaron las pruebas a un grupo de personas que presentaban síntomas persistentes a solo unas semanas de recuperarse de la COVID-19. La mayoría dio positivo a VEB.
“Esto nos indicó que la reactivación del VEB probablemente ocurre simultáneamente o poco después de la infección por COVID-19”, dijo el profesor David J. Hurley, microbiólogo molecular de la Universidad de Georgia y coautor del estudio.
Los síntomas informados con más frecuencia entre los recuperados de COVID-19 que dieron positivo a VEB fueron fatiga, insomnio, dolores de cabeza, mialgia y confusión. Siete individuos experimentaron tinnitus o alguna pérdida de audición, mientras que otros nueve manifestaron erupciones cutáneas.
Coronavirus y VEB al mismo tiempo
En los primeros meses de la pandemia, un equipo de científicos chinos analizó a 67 pacientes con COVID-19 del Hospital Renmin de la Universidad de Wuhan. Más de la mitad tenía una infección de VEB activa.
La coinfección por VEB y SARS-CoV-2 se asoció con una mayor propensión a la fiebre y aumento de la inflamación. Por tanto, los autores sugirieron que estos cuadros pueden estar asociados a una mayor gravedad de la COVID-19.
Partículas de SARS-CoV-2 emergen de una célula infectada después de haberse multiplicado. Foto: NIAiD
“El virus de Epstein-Barr podría estar contribuyendo a estos síntomas inflamatorios manifestados en la COVID-19″, señaló Cárdenas.
Un estudio en Italia detectó reactivación del VEB en el 95% de pacientes con COVID-19 en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), quienes tenían mayor presencia de virus que los que estaban en un estado menos crítico.
Asimismo, un equipo de expertos halló en Francia que la reactivación del VEB en pacientes con COVID-19 se asocia con una estancia más larga en UCI.
Otro estudio, en Austria, encontró una mayor prevalencia de VEB en la sangre de los pacientes con este mismo virus que aquellos que no lo padecían.
Mejorar el diagnóstico
A la luz de estos hallazgos, los investigadores de World Organization, que realizaron el estudio más reciente mencionado al principio de este artículo, consideran prudente analizar a los pacientes con COVID-19 en busca de evidencia de reactivación del VEB, para que puedan recibir un tratamiento que reduzca la propagación de este virus en el cuerpo y así evitar los eventuales síntomas persistentes.
No obstante, precisan que aún se necesitan más investigaciones para determinar con mayor precisión cómo afecta la infección del VEB a estos pacientes.
“Si la función directa de la reactivación del VEB en el COVID crónico está respaldada por estudios adicionales, brindaría oportunidades para mejorar el diagnóstico racional de esta afección y considerar el valor terapéutico de los fármacos anti-herpesvirus como el ganciclovir”, indicó Lawrence S. Young, virólogo de la Universidad de Warwick y editor jefe de la revista Pathogens.