Peruanos crean sistema de diagnóstico de COVID-19 con energía solar
Se trata de un minilaboratorio móvil con capacidad de llegar a zonas rurales donde no hay electricidad. Las pruebas se realizan con hisopado y los resultados se obtienen en un tiempo menor que las PCR.
Las zonas rurales y periféricas del Perú se enfrentan a un gran problema que agrava la crisis sanitaria en nuestro país. En medio de la actual pandemia por COVID-19 —que ha cobrado la vida de más de 39.000 personas—, muchas familias se enfrentan al difícil acceso para ser diagnosticadas con la enfermedad, ya sea por limitaciones de suministro eléctrico o la escasa infraestructura de salud.
Motivados por intentar solucionar esta problemática, un equipo de investigadores peruanos diseñó un sistema de diagnóstico que utiliza energía solar para su funcionamiento. Dicho proyecto permite la detección de la COVID-19 en un tiempo menor a las pruebas moleculares estándar. Además, puede diagnosticar otras enfermedades infecciosas como la malaria, el dengue, la tuberculosis y la leptospirosis.
Jean Poll Alva, egresado en Ingeniería Ambiental por la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM), y Ruddy Cabrejos, egresado en Ciencias Físicas por la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), unieron sus conocimientos y crearon esta innovadora alternativa. Su investigación fue avalada por pares científicos y publicada posteriormente en la revista internacional Environment, Development and Sustainability, indexada en Scopus y Web of Science, y también en la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
La propuesta de los jóvenes investigadores consiste en un módulo de atención móvil conformado por un minilaboratorio capaz de realizar hasta 200 pruebas de detección en seis horas. Cuenta con un sistema fotovoltaico, que permite transformar la energía solar en energía eléctrica y su tiempo de vida es mucho mayor a los tradicionales.
El módulo de atención es móvil, por lo que puede trasladarse con facilidad y atender pacientes en distintos puntos. Foto: UNALM
“El inconveniente con los puntos de atención actuales es que se utiliza combustible para convertirlo en electricidad. Las desventajas de este sistema es que se necesita mantenimiento constante y además es contaminante. El sistema fotovoltaico, en cambio, puede durar hasta 25 años y genera corriente eléctrica de forma continua, no tiene riesgos de un corte de energía”, explica Ruddy Cabrejos.
Otras de las ventajas del proyecto es que, al ser una especie de módulo desplegable, puede ser transportado con facilidad a cualquier lugar. Con esto se reducen las limitaciones logísticas y puede llegar a zonas apartadas.
“Tiene una instalación rápida y sencilla. Incluso cuenta con dos formas de operar: uno estacionario, es decir, se puede armar en un punto fijo y atender desde allí; o puede funcionar tomando pruebas durante un recorrido en ciertos puntos”, refiere Jean Poll Alva.
El módulo de atención también puede ser fijo, debido a que es de fácil instalación. Foto: UNALM
Las pruebas son rápidas, pero se realizan mediante hisopado igual que las pruebas moleculares PCR. Esto significa que es más precisa que los test de anticuerpos y puede detectar el virus en el organismo durante los primeros días de la infección.
“Son rápidas solo en términos de tiempo porque también es molecular. Sin embargo, tienen más ventajas que las de PCR, ya que son más específicas y efectivas”, aclara Alva.
Amor al país y al planeta
Ambos jóvenes recalcan que no buscan un fin lucrativo. La oportunidad de innovar y de intentar mejorar el país a través de la ciencia es un motivo suficiente para proponer este tipo de proyectos.
“Es básicamente por amor al Perú. No pertenecemos a ningún centro de investigación, somos solo dos peruanos que quieren ayudar a su país (...) Hay zonas olvidadas donde ni siquiera se hacen pruebas”, dice Cabrejos.
Alva agrega que si bien el principal objetivo del diseño de este sistema es contribuir con soluciones a la pandemia del coronavirus, se busca también revertir la crisis climática.
“No olvidemos que ya tenemos hace mucho tiempo atrás esta crisis que no se ha detenido y sus efectos pueden ser incluso mayores al contexto pandémico. Por eso la meta es también promocionar este tipo de energía renovable para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, específicamente del CO2″, resalta.
El diseño de este equipo de peruanos se encuentra en busca de financiamiento para hacer posible su implementación en el país. Actualmente se encuentra manejado por el Instituto Nacional de Salud (INS), quienes ya han solicitado la patente en Indecopi.