México, el tercer país más grande de Latinoamérica, celebra este viernes 16 de septiembre su Día de la Independencia. Su nombre deriva del término náhuatl “en el ombligo de la luna”, y posee entre sus mayores tesoros sus coloridas playas, bailes, pegajosos ritmos, sabrosa gastronomía y a Chichén Itzá, una de las siete nuevas maravillas del mundo. Si estás orgulloso de ser mexicano, te traemos las mejores imágenes, frases y poemas para compartir por WhatsApp y Facebook.
El 16 de setiembre de 1810 fue un momento histórico en la población mexicana, ya que inició una revolución social que permitió que la nación se convierta en un territorio independiente, libre y soberano. Más tarde, el 27 de setiembre de 1821, terminó finalmente la independencia, puesto que tuvieron que pasar 11 años para conseguir librarse del dominio de los conquistadores españoles.
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Aunque se sabe que el idioma oficial es el español, en el interior de México se hablan más de 65 lenguas indígenas que se mantienen vivas hasta hoy.
En el marco del Día de la Independencia de México te presentamos algunas imágenes con frases para compartir con tus amigos o familiares este 16 de setiembre a través de redes sociales como WhatsApp y Facebook.
Día de la Independencia de México: poemas y frases para enviar por WhatsApp y Facebook
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La cultura mexicana no solamente cautiva a los propios mexicanos y mexicanas, sino que también ha sido inspiración para artistas, poetas, escritores, pintores, cineastas y personas de todo el mundo que no dudan en dedicar más que elogios a este bello territorio.
¡Año de luz, de triunfos y de gloria,
de dolor, de martirio y sufrimiento!
¡Un siglo que condensa el pensamiento
de un pueblo que es gigante ante la Historia!
100 años hace, obtuvo la victoria,
un gesto que estremece el pensamiento,
pues fue base del alto monumento
que perdura del pueblo en la memoria.
Hidalgo, el cura humilde de Dolores
a su patria le dio nueva existencia,
oyendo de sus hijos los clamores;
su grito fue la voz de la conciencia
y a los esclavos convirtió en señores
dándoles con su voz la independencia.
Tengo una madre de seda,
que me cuida, que me vela:
¡Mi bandera!
Ella es la página viva,
que los héroes escribieron con su vida,
el ejemplo iluminado,
el testimonio glorioso del pasado.
Es la lección permanente del presente
y el pronóstico seguro
de un pueblo que lucha unido hacia el futuro.
Ni la vieja gloria de los maravillosos imperios
se ha salvado.
Ni el orgullo de las catedrales,
ni siquiera el remanso de la fe en los monasterios
compiten con esa otra arquitectura
de cerros y nubes en el Valle de Oaxaca.
El tiempo gasta la dura piedra
y se desmorona la realidad.
El viento no dice palabra,
pero los follajes de los grandes árboles
parecen conversar aún con las nubes.
En estas tierras es evidente que solo los sueños
perduran.
México, de mar a mar te viví, traspasado
por tu férreo color, trepando montes
sobre los que aparecen monasterios
llenos de espinas,
el ruido venenoso
de la ciudad, los dientes solapados
del pululante poetizo, y sobre
las hojas de los muertos y las gradas
que construyó el silencio irreductible,
como muñones de un amor leproso,
el esplendor mojado de las ruinas.
Es mi ciudad natal un gran museo,
por dondequiera veo
automóviles, coches, carretelas,
casas particulares, mil escuelas,
mis colegas, jóvenes y niños,
van de la ciencia a recibir cariños.