Las calabazas se han convertido en un símbolo muy común para la temporada de Halloween. Verlas en centros comerciales, casas y negocios es algo a lo que nos hemos acostumbrado año tras año, pero ¿sabes cuál es verdadero motivo de ello?
Halloween, conocido también como Noche de Brujas, es una celebración moderna producto del sincretismo considerado pagano por su origen, y cuyas raíces radican en un antiguo festival celta de hace más de 3.000 años, conocido como Samhain (“Fin del verano” en irlandés antiguo). Esta festividad tiene como fecha principal todos los 31 de octubre.
Entérate aquí desde cuándo las calabazas se han convertido en uno de los símbolos principales de Halloween y las razones por las que esta fruta anaranjada está asociada a la noche víspera al Día de Difuntos.
Según cuenta una leyenda irlandesa, el diablo quería el alma de un tal Jack O’Lantern, un hombre malvado que bebía demasiado. Sin embargo, cada que el demonio intentaba capturarlo para llevarlo consigo al infierno, éste terminaba engañándolo y burlándose de él.
Al pasar del tiempo, Jack murió y terminó yéndose al infierno, pero el diablo lo expulsó de ahí por todo lo que anteriormente le había hecho. Por ello, como castigo, le arrojó unas brasas que arderían eternamente, a lo que el hombre astuto introdujo el carbón a un nabo y lo utilizó para alumbrar su camino mientras deambulaba hasta encontrar un lugar donde reposar su alma.
La historia de Jack se extendió a diferentes lugares del mundo tras la llegada de los inmigrantes irlandeses a Estados Unidos en el siglo XIX. Además, debido a la dificultad de encontrar nabo, esta tradición sufrió una variante y se empezó a utilizar calabazas.
Este fruto anaranjado era más fácil de encontrar, tallar y vaciar. Hasta la actualidad, las calabazas se han convertido en el símbolo de esta celebración y son consideradas como la mejor manera de espantar al diablo durante las noches de Halloween.
Tradicionalmente, la calabaza se corta en la parte superior del tallo en forma de tapa y se le retira toda la carne, hasta que quede vacía. A la gruesa cáscara se le cortan algunos agujeros en forma de ojos, nariz y boca, usualmente formando una imagen cómica o espeluznante.
Para lograr el efecto iluminado, es necesario introducir una fuente de luz como una linterna o una vela encendida.
Halloween es una de las noches más importantes para los estadounidenses y canadienses, cuyos niños salen a las calles disfrazados de fantasmas, duendes y demonios, para pedir dulces y golosinas a sus vecinos.