Por: Vanessa Herrera
Quizás muchos jóvenes, como la que escribe esta nota, no lo conoció, pero sin duda escuchó sus grandes proezas periodísticas y escuchó con atención mencionarlo como un maestro, como el ‘Rey Midas del Periodismo’, como el ‘Elefante Magistral’ de esta noble profesión.
Ahora llegó el momento de su presentación ante Dios, quien de seguro le tiene un lugar allí arriba. Le pedirá su currículum vitae para juzgar sus acciones buenas y malas. Y le preguntará ¿Usted es Don Guillermo Thorndike Losada? Y usted con voz gruesa y siempre firme dirá: “Sí soy yo”. Y Dios le contestará: veamos qué hizo con su vida, ¿por qué será recordado en la memoria de millones de peruanos?
El 25 de abril de 1940, Lima alumbró al escritor y periodista Guillermo Thorndike. Las aulas de la Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos albergaron al joven estudiante, que desde el inicio de su carrera, mostró su inclinación por el periodismo y empezó a formar al novel redactor durante los años 1957 y 1958.
Con el pasar de los años don Guillermo continuó con sus estudios de Comunicaciones, en World Press Institute en Macalstr Collage, en San Paul, Minnesota, EEUU desde 1964 hasta 1965, sin saber que años después formaría parte de grandes periódicos.
Thorndike desempeñó la labor de Jefe de informaciones en el diario La Prensa desde 1959 hasta 1962, donde comenzaron muchos de los mejores periodistas del medio. Los sueños de don Guillermo no acabaron allí, siguió cultivando este noble oficio.
También fue Subdirector del diario Correo (1962-1970), fue fundador y Director del Diario Ojo (1968), corresponsal en Costa Rica de El Excelsior de México (1973), presidente del Directorio de La Crónica y Variedades (1974-1975), Director de La Crónica y La Tercera (1974-1975), asesor de la Federación de Pescadores del Perú <> en 1976, director, diario Marka (1980-1981), asesor de la candidatura de Alfonso Barrantes en 1980.
Luego formó parte del gran sueño republicano. A su salida de La Crónica se unió otro colega y buscaron al ingeniero Gustavo Mohme LLona, un hombre comprometido con los intereses del pueblo, quien hizo realidad el diario La República junto con otros empresario. Desde 1981 hasta 1985 don Guillermo se convirtió en uno de los fundadores de este diario y ostentó el cargo de director. Por esos años, al mando del Rey Midas, se trabajaron 250 mil ejemplares diarios.
Además fue fundador y director de El Popular en 1984, director de El Nacional en 1989, Director del diario Página Libre en 1990, presidente del Consejo Editorial de la revista Ayllu en 1991.
A pesar de los años dedicados al periodismo, no dejó de lado su primera formación: la de escritor, así publicó libros como Los topos en 1991, La Revolución Imposible en 1988, El Evangelio según San Lima (1983), La Batalle de Lima (1979). Perú: 1850-1990 autorretrato (1979), Vienen los Chilenos (1978), La República Militar (1978), El revés de morir (1978), La Guerra del Salitre: 1879 (1977), El viaje de Prado (1977), No mi General (1976), Abisa a los compañeros pronto (1976). Las rayas del tigre (1973). El caso Banquero (1973). El año de la barbarie (1969).
Quizá como alguna forma de presagio, don Guillermo se dedicó a la producción literaria arduamente todo el 2008, de esa manera en el mes de septiembre del año pasado realizó la publicación de "El rey de los tabloides", en el cual retrata al periodista Raúl Villarán, hombre que llevó al diario "Última hora" a niveles de circulación impresionantes.
En sus últimos años, también publicó tres volúmenes sobre la biografía del héroe nacional Miguel Grau Seminario. Incluso recopiló las historia viva de aquellos personajes a los cuales conoció en el diario La Prensa en el libro Ocupación, testigo. Edad de Plomo. Su labor no solo se limitó a la prensa escrita, también se acercó a la televisión, gracias a su gran experiencia, Thorndike estuvo encargado del área periodística del canal RBC.
Su corazón dejó de latir hoy 9 de marzo del 2009, quienes lo estimaron podrán verlo por última vez en la iglesia Virgen de Fátima de Miraflores. Su último suspiro en la tierra, porque sabemos que su legado se mantendrá en sus obras y en quienes lo recuerden con cariño por sus aportes en el periodismo. Don Guillermo, usted pasará a la historia y descansará en el Cementerio Presbítero Maestro en el mausoleo familiar donde cerraron los ojos los grandes personajes de la historia.
En este camino transitorio de la vida, de seguro se ha de encontrar con su buen amigo Christian Vallejos, para tomarse el café de toda la vida, y recodar con humildad cuando él le decía: el gran elefante magistral ¡Hasta siempre maestro! Hoy sin duda ha nacido una leyenda en el periodismo peruano.