Menor de 13 años fue asesinada por su "patrón" hace 6 años. Hasta ahora la justicia no llega para sus deudos. Presentan libro que cuenta historias de otras 7 trabajadoras del hogar que fueron maltratadas física y psicológicamente. 1. A los 13 años, Carmela Vásquez trabajó como empleada en una casa. Fue asesinada por su “patrón”. Su tía Marina muestra el capillo de su despedida. 2. Hoy se conmemora el Día de las Trabajadoras del Hogar. Testimonios "El señor Antonio entró a mi cuarto con el joven Daniel. Me agarraron fuerte para que me abusen (sollozos)". Paulina Trabajadora del hogar "Fue a conversar y de pronto comenzó a abusarme. Así empezó, tocándome todo mi cuerpo y al último abusándome". Milagros Trabajadora del hogar SIGUEN ABUSOS CONTRA EMPLEADAS • Menor de 13 años fue asesinada por su "patrón" hace 6 años. • Hasta ahora la justicia no llega para sus deudos. • Presentan libro que cuenta historias de otras 7 trabajadoras del hogar que fueron maltratadas física y psicológicamente. Por: Luis Velásquez C. Fotos. Oscar Farje y Arturo Pérez. Un año después se supo toda la verdad. Hubo que exhumar su cuerpo para descubrir las lesiones que tenía en los hombros, el pecho y el cuello. Las pericias demostraron entonces lo que el asesino había callado en todos los tonos: Carmelita Vásquez Sifuentes, de 13 años, había sido estrangulada. ¿La razón? La venganza, la rabia y descontrol del hombre que debía pagarle por la atención a su hija, y que debía cuidar de ella y darle educación. Percy Pereyra Díaz era su empleador. O como su tía dice, su patrón. Las cosas no están claras respecto al porqué del ataque. La policía, sin embargo, tiene indicios que apuntan a creer que Pereyra no perdonó a Carmelita un descuido que llevó a que su niña tropezara y se golpeara la cabeza… El patrón perdió los papeles. Ocultaron crimen Han pasado cinco años desde entonces. Pereyra Díaz se halla prófugo y a través de sus abogados ha solicitado a la justicia de Cajamarca (lugar de los hechos) el cambio de la orden de detención que pesa sobre él por un mandato de comparecencia. Ha cambiado también su versión y ahora dice que está arrepentido, que nunca tuvo la intención de dañar a Carmelita. "Pero cuando se exhumó el cadáver se descubrió que tenía severos golpes en todas partes", cuenta su tía Marina Sifuentes. También recuerda que en 2000, cuando ocurrió el hecho, Percy Pereyra ocultó lo sucedido a la madre y hermanos de la niña. "Internó el cadáver directamente en la morgue y maquinó todo, valiéndose de malas autoridades, para simular un accidente". Fecha para recordar Carmelita tenía 13 años cuando perdió la vida. Su caso, junto al de muchas otras jovencitas que sirven en hogares de terceros y que sufrieron abusos y maltratos, será recordado hoy en que se celebra el Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar. La psicóloga Teresa Ojeda ha estudiado la violencia contra las trabajadoras del hogar y las ha escrito en el libro ‘Prisiones domésticas, ciudadanías restringidas’, que será presentado mañana. Esta investigación se centra en 7 adolescentes que sufrieron maltratos y abuso sexual donde trabajaban. "En un caso no sólo era abusada por el jefe de familia sino también por los hijos", anota. Destaca el testimonio de Paulina, hoy de 24 años, quien empezó a sufrir los abusos de sus empleadores cuando tenía 13 años. Ella cuenta, por ejemplo, su llegada a Lima después de que sus padres la entregaron a "unos compadres" para que ayude en la casa. Y relata cómo empezaron las amenazas, golpes, encierros. Y los abusos sexuales. Las protagonistas del libro se encuentran hoy lejos de los lugares donde eran abusadas. Siguen trabajando para terceros, pero conocen bien sus derechos y comprenden que nunca deben callar. ANÁLISIS. Mayoría no conoce sus derechos La mayoría de estas chicas no conoce sus derechos, son traídas de la serranía a corta edad y no cuentan con la protección de su familia al no tener a nadie en Lima. Además hay un factor adicional que las hace vulnerables: no tienen documentos. De eso aprovechan sus empleadores hombres para someterlas a los abusos, los vejámenes, los chantajes y las amenazas. Además pocas tienen posibilidades de estudio y algunas incluso no tienen un día de salida y viven como esclavas. Además pasa que muchas vienen de hogares machistas donde se les enseñó a que valen menos que los hombres y deben soportar los abusos y los maltratos. Teresa Ojeda Parra Psicóloga de la UPCH