El paro de mineros artesanales en el sur del Perú llega a su sexto día, con bloqueos que afectan las principales vías de Arequipa, Cusco e Ica, así como La Libertad en el norte. Los manifestantes exigen la ampliación del Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo), un mecanismo clave para operar legalmente. Esta protesta ha generado un impacto considerable en la economía local, puesto que se presentaron interrupciones en el transporte y aumento en los precios de pasajes.
La situación es crítica, ya que los bloqueos no solo han afectado a los mineros, sino también a los ciudadanos que dependen de estas rutas para el comercio y la movilidad. Las autoridades han intentado establecer un diálogo con los representantes de los manifestantes, pero hasta ahora no se ha alcanzado un acuerdo que permita resolver el conflicto y levantar las medidas de fuerza.
El paro ha interrumpido el transporte de mercancías, al punto de tener a camiones varados desde hace 7 días en la Panamericana Sur. Empresarios y comerciantes han asegurado que estas movilizaciones han causado pérdidas significativas para negocios, ya que, toneladas de frutas y verduras se echaron a perder al estar expuestas a altas temperaturas de forma seguida.
Ante la pérdida de mercancías y demás, el vocero del Frente Nacional de Transportistas de Perú, Javier Corrales Valencia, culpó al Gobierno de turno de todo lo que sucede en la carretera. “Culpamos de esta movilización al Gobierno que hasta el momento no se pronuncia ni se reúne con ningún dirigente del sector minero artesanal. Desde que están en el poder en ningún momento dieron la cara y por eso la gente sale a protestar exigiendo sus derechos”, señaló.
Por su parte, los manifestantes insisten en que la ampliación del Reinfo es vital para su supervivencia, ya que les permitiría formalizar sus actividades y acceder a beneficios legales y económicos. La formalización es vista como una herramienta crucial para trabajar de manera segura y sostenible, para mejorar sus condiciones de vida y la de sus familias.
Finalmente, mientras el paro va extendiéndose y las negociaciones estancadas, el conflicto amenaza con intensificar los problemas en las zonas afectadas. De esta manera, se espera con urgencia una respuesta por parte del gobierno que permita retomar la normalidad y atender las demandas de los mineros informales.