El trágico vuelo 222 de TANS Perú dejó una marca imborrable en la historia de la aviación peruana. Este accidente aéreo, ocurrido en 2003, no solo cobró la vida de 46 personas, sino que también expuso serias fallas en los protocolos de seguridad y en la operativa de la aerolínea. La aeronave, un Fokker F28 de más de 27 años de servicio, se estrelló contra una colina a solo 10 kilómetros del aeropuerto de Chachapoyas, en condiciones de visibilidad limitada.
El Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) inició de inmediato una investigación para esclarecer las causas del accidente. Los resultados revelaron hechos alarmantes, ya que se identificaron errores críticos en la fase final de aproximación, serios problemas en la comunicación entre los miembros de la tripulación y fallos en la ejecución de los procedimientos establecidos.
El vuelo 222 despegó de Chiclayo el 9 de enero de 2003 con destino a Chachapoyas, transportando 46 personas entre pasajeros y tripulación. La aeronave era un Fokker F28 Fellowship-1000, adquirido por TANS Perú en 1999 tras haber servido previamente en la Fuerza Aérea del Perú. La ruta del vuelo parecía rutinaria; sin embargo, cuando se acercaba al aeropuerto de destino, la situación comenzó a complicarse.
Las condiciones climáticas adversas y la falta de visibilidad contribuyeron a un descenso inseguro del avión. A las 8:46 de la mañana, la aeronave impactó violentamente contra el Cerro Coloque, a escasos 35 metros de la cima. Todos los ocupantes perdieron la vida de inmediato. Este evento trágico marcó uno de los momentos más oscuros en la historia de la aviación peruana, ya que ningún pasajero ni miembro de la tripulación sobrevivió al impacto.
El análisis posterior del accidente reveló una serie de fallos humanos y técnicos. Las grabadoras de vuelo, recuperadas días después, mostraron que la tripulación no siguió los procedimientos estándar para la aproximación y el aterrizaje. La falta de un sistema de medición de distancia (DME) en el aeropuerto de Chachapoyas complicó aún más la operación, ya que impedía determinar con precisión la ubicación del avión respecto a la pista.
la licencia de operación de TANS Perú fue suspendida en enero de 2006
El informe también indicó que el descenso comenzó antes de lo debido, lo que resultó en el choque contra la colina. Además, la comunicación entre los pilotos fue deficiente, y no se siguieron adecuadamente las listas de verificación, lo que aumentó el riesgo de un error crítico. Estos factores evidenciaron la necesidad de mejorar los estándares operativos y las condiciones de trabajo dentro de la aerolínea.
El informe oficial concluyó que el accidente fue un "vuelo controlado contra el terreno" (CFIT), una situación en la que una aeronave en condiciones de vuelo controladas impacta contra el suelo debido a errores humanos o falta de visibilidad. En este caso, la causa principal fue la "excesiva confianza" de la tripulación, combinada con la falta de comunicación efectiva y el no cumplimiento de los procedimientos de aterrizaje.
El vuelo 222 en 2003 no fue el único desastre de TANS Perú. El 23 de agosto de 2005, el vuelo 204 se estrelló cerca de Pucallpa, dejando 40 muertos
El copiloto, que había sufrido la pérdida de su padre días antes del accidente, pudo haber estado emocionalmente afectado, lo que podría haber influido en su desempeño. Además, se descubrió que el entorno laboral dentro de TANS Perú era insatisfactorio, con problemas de moral y disciplina debido a retrasos en el pago de salarios y cambios administrativos constantes. Estas condiciones habrían contribuido al deterioro de la seguridad operativa.
El accidente del vuelo 222 tuvo un impacto significativo en la reputación de TANS Perú, la cual ya enfrentaba críticas por sus estándares de seguridad. Menos de tres años después, otro accidente, el del vuelo 204 en Pucallpa en 2005, terminó por sellar el destino de la aerolínea. Tras una serie de investigaciones y medidas correctivas impuestas por el gobierno, la licencia de operación de TANS Perú fue suspendida en enero de 2006, lo que resultó en su cese de operaciones.
TANS Perú dejó de operar en 2006. Foto: PlanePictures
TANS Perú (Transportes Aéreos Nacionales de la Selva) inició sus operaciones en 1963 como parte de la Fuerza Aérea del Perú. En 1999, la aerolínea pasó de ser un servicio militar a uno civil, operando vuelos comerciales en todo el territorio nacional. Su flota incluía aviones de corto y mediano alcance, lo que le permitía conectar destinos remotos en el país.
Con una flota que incluía modelos como el Fokker F28 y otros aviones de transporte, TANS Perú jugó un rol fundamental en la conectividad de la región amazónica y otras áreas aisladas del país. Sin embargo, la falta de recursos, la antigüedad de sus aeronaves y los problemas operacionales contribuyeron a su declive.
El vuelo 222 de TANS Perú, ocurrido el 9 de enero de 2003, marcó uno de los episodios más trágicos de la aerolínea. Este vuelo, operado por un Fokker F28, se estrelló contra el Cerro Coloque cerca de Chachapoyas, dejando 46 muertos. El informe de la investigación concluyó que el accidente se debió a una combinación de errores humanos y falta de visibilidad. La tripulación no siguió los procedimientos establecidos para la aproximación, lo que resultó en un vuelo controlado contra el terreno (CFIT, por sus siglas en inglés).
El segundo accidente, el del vuelo 204, tuvo lugar el 23 de agosto de 2005. La aeronave, un Boeing 737-244 con 98 personas a bordo, despegó de Lima con destino a Pucallpa. Durante la aproximación al aeropuerto de Pucallpa, las condiciones climáticas empeoraron rápidamente, llevando al avión a atravesar una fuerte granizada. Los pilotos perdieron la consciencia situacional y no lograron abortar la maniobra de aterrizaje, lo que provocó que el avión se estrellara y se partiera en dos a solo 5 kilómetros del aeropuerto. Este accidente resultó en la muerte de 40 personas. Estos dos accidentes reflejan una serie de fallos críticos dentro de la operativa de TANS Perú y contribuyó al cierre definitivo de la aerolínea en el 2006.
TANS Perú inició sus operaciones en 1963 como parte de la Fuerza Aérea del Perú, brindando servicios de transporte militar y de emergencia en zonas remotas del país. En 1999, la aerolínea se convirtió en una entidad civil, enfocándose en vuelos comerciales dentro del territorio nacional. A lo largo de su historia, jugó un papel crucial en la conectividad de las regiones más aisladas. No obstante, los accidentes del vuelo 222 en 2003 y del vuelo 204 en 2005 afectaron severamente su reputación, lo que resultó en la suspensión de su licencia y su cierre definitivo en 2006, tras 43 años de operación.
Accidente aéreo. Foto: Andina