Desde hace casi dos décadas, la extorsión y el cobro de cupos han sido habituales en ciudades del norte del Perú como Trujillo, Chiclayo, Chepén o Piura. Empresarios, como transportistas o agricultores, y personas de a pie, como taxistas o mototaxistas, han sido víctimas de estos delitos que los últimos años han escalado hacia las periferias y suburbios de Lima hasta expandirse a las zonas céntricas de la capital de Perú y se han instalado con mayor fuerza en uno de los sectores más importantes para la ciudadanía, el transporte urbano.
Según mencionó el economista y profesor de la Universidad del Pacífico, Miguel Palomino, en una columna para La República, el porcentaje de peruanos que aseguraba sufrir este acto criminal disminuyó en 2017 debido a la fuerte reducción de la pobreza. Sin embargo, cuando llegó la pandemia de Covid-19, la criminalidad aumentó en todo el país, llegando a superar los niveles de 2019.
El youtuber Hugo Xavier Pillco, más conocido como HugoX ChugoX, compartió en un reciente video el origen de la extorsión y cobros de cupos en el país. En parte de su metraje señala que el norte del Perú sigue siendo el eje central de este crimen, pese a ello, el Gobierno de Dina Boluarte solo ha considerado a Lima y Callao para un estado de emergencia.
“Esto se debe a un auge económico de hace 20 años. Antes en el norte peruano no había empresarios grandes a quien robar, la extorsión solo existía en Lima y a una escala pequeña. El primer centro de operaciones fue el norte peruano, especialmente Trujillo y toda la costa de La Libertad”, detalla en su canal de Youtube.
Palomino también menciona en su columna ‘La Libertad de extorsionar’ que este delito ha sido un grave problema en Trujillo desde hace casi dos décadas y que esta fue la primera gran ciudad del país en ser afectada por este crimen.
Por su parte, según el creador de contenido, quien también es ingeniero sanitario, cuando inició el 2000 comenzaron a surgir empresarios más ricos y la región vivió un auge económico, principalmente debido a las nuevas inversiones mineras, ganaderas, pesqueras, turísticas y grandes proyectos como el plan de irrigación Chavimochic, que generó alrededor de 90.000 empleos, según detalló en 2005 el gerente general del proyecto agroindustrial, Andrés Calderón.
“En 2007, Trujillo era la ciudad con mayor crecimiento económico en todo el Perú y, al parecer, no estaba preparado para serlo porque un auge de esa envergadura necesita contar con un control policial a su nivel. La policía y el sistema judicial de la ciudad norteña no estaban preparados para lo que se venía”, sostuvo.
Hugox Chugox indica que la ciudad, que empezaba a contar cada vez con mayores empresarios ricos y poco control policial, fue el blanco perfecto para la extorsión y el secuestro, y que luego esta situación se extendería a la capital.
“La migración extranjera también ha ocasionado el incremento de las cifras y ha restado el control policial y judicial”, agregó.
Este jueves 26 de septiembre se realizó un paro de transportistas en todo Lima. Foto: LR
A inicios de septiembre, el ministro Juan Santiváñez señaló ante la comisión de Transportes del Parlamento que en 2021 las denuncias policiales por extorsión sumaron 4.500 casos, mientras en 2022 llegaron a 15.974 y en 2023 alcanzaron los 22.294. En lo que va del 2024 suman 14.220.
Esta situación ha llevado a que por primera vez un grupo tan grande se movilice en Lima en contra de la extorsión y el cobro de cupos. Este último mes se han reportado 15 atentados contra 11 empresas de transporte público y tres choferes asesinados por negarse a pagar S/7 diarios o S/60 semanales.
El jueves 26 de septiembre de 2024, asociaciones de transporte urbano en Lima realizaron un paro masivo en la capital peruana, exigiendo mayor seguridad ante la creciente ola de extorsiones que afecta tanto al sector como a la población. Esta situación llevó al gobierno a declarar el estado de emergencia en 12 distritos de Lima y en el cercano Callao.
Varias empresas de transporte detuvieron sus operaciones y se manifestaron en las calles para expresar su rechazo a las extorsiones, que en las últimas semanas han provocado tres asesinatos.