El Ministerio de Salud anunció la implementación del plan piloto para la vacunación contra el dengue a 222.750 niños y adolescentes de 6 a 16 años en las zonas más afectadas por este virus.
El viceministro de Salud Pública, Ricardo Peña, dijo que ya se han hecho las gestiones ante la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para que, a través del fondo rotatorio, se entregue al Perú el lote de dosis de la vacuna contra el dengue que ha sido adquirida al laboratorio Takeda del Japón.
La vacunación se realizará en Piura y Loreto. Foto: difusión
Ricardo Peña dijo que un equipo técnico, conformado por especialistas del Instituto Nacional de Salud (INS), el Centro Nacional de Epidemiología y la Dirección General de Intervenciones Estratégicas, han hecho un profundo análisis de la situación epidemiológica del dengue en los últimos años en el Perú.
En esa línea, comentó que el plan piloto de vacunación contra el dengue se realizará en las regiones de Piura y Loreto y comenzará entre noviembre y diciembre de este año.
En Lima Metropolitana no se aplicará la vacuna en la población de menores de 16 años porque no cumple con el criterio técnico. Sin embargo, en base a los resultados de este plan piloto, se tendrá el sustento para la ampliación y escalar la vacunación en más territorios.
Se destinarán 47 millones de soles para el financiamiento de la implementación de las vacunas contra el dengue, aunque dentro de ese presupuesto también se incluirá la vacuna contra el sarampión.
De esos 47 millones, 41.4 millones de soles será para la adquisición de las vacunas, 3 millones de soles para la puesta en marcha de los gastos operativos para el desplazamiento de las brigadas de vacunación y resto de dinero tiene que ver con gastos relacionados con el plan de comunicación.
El viceministro de Salud Pública, Ricardo Peña, señaló que la vacuna ya ha pasado los estudios de fase 3, lo que garantiza su efectividad protectora contra el virus del dengue.
Añadió que la vacuna contra este virus es muy distinta al resto de vacunas y que tiene la capacidad de protección en aquellas personas que han tenido esa enfermedad anteriormente. Es decir, una persona que nunca tuvo dengue, al ponérsela, la vacuna se convierte en la primoinfección, poniendo en mayor riesgo al paciente.
Peña aclaró que tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) han enfatizado en que la vacuna es una herramienta más contra el dengue y que de ninguna manera puede ser considerada como la solución final.
“El resto de temas, como es el control vectorial, la educación sanitaria, el autocuidado de las personas y la identificación e internamiento oportuno de casos, continúa y se ha reforzado con nuevas tecnologías y algoritmos que estamos implementando”, finalizó.