Un reciente informe de Cuarto Poder revela que procesados y condenados que cumplen sentencia en sus domicilios no están siendo adecuadamente vigilados por la Policía Nacional del Perú (PNP). Tras semanas de seguimiento, se descubrió que estos individuos caminan libremente por las calles y algunos incluso han escapado.
El informe constata que solo uno de los presos con arresto domiciliario tenía vigilancia permanente. La falta de control permite que los reclusos reciban visitas sin restricciones y tengan acceso a teléfonos para realizar llamadas, mientras que la policía solo verifica su presencia una o dos veces al día, previa coordinación telefónica.
Randolfh Moran fue el reo que se fugó de su prisión preventiva. Foto: Captura Cuarto Poder
Según lo mostraron las imágenes del dominical, uno de los reos, Luis Alberto Tello Ugarte, cumplía condena en su domicilio, pero tenía la libertad de salir a firmar su control a la calle, esto permitido por su custodio, quien lo visitaba en su auto y requería de su presencia en plena vía pública. El informe detalló que Tello tenía libertad para poder ausentarse de su vivienda por unos minutos.
Asimismo, la investigación no solo revela que presos pueden salir, sino que también brindan labores en las calles, tal es el caso de José Jaime Coronel, un hombre procesado por tocamientos indebidos, quien tiene un negocio de venta de bicicletas afuera de su domicilio y no cuenta con resguardo policial. Esta persona al ser descubierta en flagancia optó por escapar de las cámaras.
Reos se muestran tranquilos en las calles. Foto: Captura Cuarto Poder
El caso de Randolfh Jairo Moran Arrese es, quizás, el más alarmante que se presentó, ya que, el reo escapó de la vivienda en la que cumplía arresto domiciliario. Personal de Cuarto Poder llegó al lugar en el que debería estar retenido y se dio con la sorpresa de que había huído hace unos días. "El está con un mandato para que vuelva nuevamente al penal (Lurigancho). Lamentablemente ahorita se encuentra prófugo de la justicia", dijo Yesica Cruz Zelaya, Fiscal Adjunta Provincial de Lima Norte.
Esta situación pone en evidencia la ineficacia del sistema de arresto domiciliario en Perú, donde los controles son insuficientes para garantizar el cumplimiento de las sentencias. La falta de vigilancia adecuada y las facilidades otorgadas a los reclusos, como el acceso a comunicaciones y visitas, comprometen la seguridad pública.
Prisiones se pueden comunicar con sus custodios. Foto: Captura Cuarto Poder
Según, el agobado penalista Juan José Quispe, las medidas que se toman no cumplen con la problemática. "En el Perú el arresto domiciliario es una farsa porque los policías van (a las casas) de vez en cuando y a veces ni van", dijo él en el informe del dominical. En resumen, la falta de vigilancia efectiva por parte de la Policía Nacional a presos con arresto domiciliario representa una seria falla en el sistema de justicia peruano, que debe ser abordada con prontitud para evitar que se convierta en un factor de riesgo para la sociedad.
La prisión domiciliaria es una medida cautelar que permite a una persona condenada o acusada de un delito cumplir su pena o medida de restricción en su domicilio en lugar de estar en una prisión. Esta medida se aplica bajo ciertas condiciones y suele ser utilizada en casos que involucren condiciones especiales, delitos menores y prevención de riesgos
Si se incumple la prisión domiciliaria, las consecuencias pueden varias según la decisión del juez, el cual puede incluir las siguientes consecuencias a los infractores:
Las autoridades judiciales toman medidas para asegurar el cumplimiento de las condiciones de la prisión domiciliaria y para garantizar que se respeten las normas establecidas.
Prisión domiciliaria. Foto: Hugo Pérez/El Comercio
La prisión domiciliaria es una medida que permite a una persona cumplir su condena o medida cautelar en su hogar en lugar de en una prisión, generalmente debido a razones de salud, edad avanzada o delitos menores. Se aplica bajo ciertas condiciones y puede ser revocada si se incumplen los requisitos establecidos.
La prisión preventiva, por otro lado, es una medida cautelar que se impone a una persona acusada de un delito antes de su juicio, para garantizar que no interfiera en el proceso judicial o que no represente un riesgo de fuga. Se utiliza mientras se investiga el caso y se puede mantener hasta que se dicte sentencia.