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Sociedad

Miraflores: 'peperas' matan a ingeniero con potente somnífero y se van de compras con tarjetas robadas

Asesinato por sobredosis. Luego de haber dormido y matado a Fernando Medina Zúñiga por el uso de drogas, usaron su tarjeta para comprar artículos de moda y otros accesorios en un centro comercial en San Juan de Lurigancho. 

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Las 'peperas' Joselyn Rodríguez y Alicia Manayay. Foto: El Popular

La muerte de un joven profesional a manos de unas "peperas" pone de manifiesto los peligros para la salud asociados con el consumo excesivo de benzodiazepinas. Una sobredosis de este medicamento psicotrópico, que tiene efectos sedantes, hipnóticos y amnésicos, puede poner en peligro la vida de la persona que lo toma. Este lamentable suceso ocurrió en marzo de este año en el distrito de Miraflores. Recientemente, la Policía Nacional del Perú (PNP) capturó a las dos "peperas" que asesinaron al joven estudiante de ingeniería de 25 años, Bruno Fernando Medina Zúñiga.

Ambas mujeres fueron identificadas como Joselyn Díaz y Alicia Manayay, compañeras en este tipo de crímenes, aunque no lo parecieran. Ellas habían estudiado a sus víctimas antes de darles alcance.

Todo empezó cuando Bruno Medina salió con dos de sus amigos de la empresa en la que trabajaba. Él decidió ir con sus compañeros a una discoteca cercana al popular Parque Kennedy. Luego de la diversión y unas pocas copas, llegaron a un restaurante de comida rápida para llenar el estómago.

Para las 5 a. m., las verdugas Joselyn Díaz y Alicia Manayay encontraron el momento indicado para acercarse a ellos y seducir a los muchachos para, poco a poco, hacer que caigan en la trampa de los sedantes.

Y surtió efecto. Los coqueteos y las insinuaciones con los chicos dieron los resultados que ellas querían: ir a un lugar privado con los jóvenes. Lamentablemente esta decisión habría sido la última para uno de ellos.

Lo que ocurrió en el apartamento

Con las insinuaciones de ambas peperas, los muchachos invitaron los tragos y la diversión; pero Joselyn y Alicia ya habían combinado la benzodiazepina con la cerveza de sus víctimas.

Bruno Medina, el joven practicante de ingeniería de 25 años, fue el primero en sentir los efectos de la benzodiazepina, por lo que sus compañeros, al notar los estragos que pensaron eran efectos del alcohol, lo llevaron a uno de los cuartos para que luego ellos continuaran la fiesta privada con quienes serían las verdugas del joven.

El coronel de la Policía Nacional del Perú, Ricardo Espinoza, comentó que "Bruno Fernández fue el primero en sentir los estragos de la benzodiazepina. Esta sustancia, a la que llamamos depresores, son medicamentos que son molidos hasta volverse polvo para que puedan ser introducidos en las bebidas”.

Todos cayeron dormidos en manos de Joselyn y Alicia. Ellas aprovecharon para sustraer celulares y billeteras de todas sus víctimas, y como si no estuvieran satisfechas, también se robaron objetos del departamento.

Al día siguiente, cuando todos se levantaron en la tarde del golpe mortal que recibieron en la madrugada, aún desorientados e intentando recordar lo sucedido, se encontraron con que Bruno se encontraba en una cama inmóvil, sin signos vitales. No importó los intentos de su compañeros por reanimarlo, pensaron que podría haber una salvación para el joven Bruno, pero no: un paramédico llegó al lugar y les indicó lo que todos temían, Bruno había muerto.

¿Quiénes eran Joselyn y Alicia?

Joselyn Díaz Rodríguez, de 31 años, es una mujer que dedicó su vida al gimnasio y a la buena salud; pero también tenía una pasión oculta: el arte del robo. Ella era conocida en las redes sociales de Instagram y TikTok, con miles de seguidores. Actualmente, ha restringido el acceso a estas redes debido a las acusaciones en su contra.

De Alicia Manayay, de igualmente 31 años, no se sabe mucho de sus aficiones, pero al igual que su compañera, era activa en sus redes sociales como TikTok, las cuales han sido canceladas debido al proceso que enfrenta.

Compras post mortem

Joselyn y Alicia salieron del departamento a las 8 a. m., según lo captado por las cámaras de seguridad de la residencia. La Policía Nacional del Perú tardó 50 días en dar con el rastro para localizarlas y descubrir que, después de unas horas de su plan criminal, se habrían ido a un centro comercial de San Juan de Lurigancho a comprar zapatillas, ropa y otros accesorios de moda con las tarjetas de sus víctimas.

Como se tenía esperado, a Joselyn Diaz Rodríguez, se la capturó mientras realizaba su afición por el que debió su vida y cuerpo: el gimnasio; mientras que a Alicia Manayay Reyes, se la capturó mientras vendía ropa en Gamarra.

Hasta el momento, con la capturas de ambas presuntas homicidas, la Corte Superior de Justicia dictó una orden de detención preliminar. Ahora están en manos de la División de Investigación de Homicidios de la Dirincri.