Las viviendas construidas de manera informal en Lima, que representan el 70% del total de inmuebles, según el Cismid, y el silencio sísmico acumulado por años, representan una gran preocupación, pues de ocurrir un sismo de magnitud 8 originaría lamentables pérdidas humanas y materiales, señaló el director ejecutivo de la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco), Guido Valdivia.
¿Cuán grandes serían estos daños? De acuerdo con estimaciones del titular de Capeco, superarían las 55 mil muertes en la capital. “Pueden caerse medio millón de viviendas en Lima; eso es lo que hay que evitar. La informalidad es mala, es cara y mata”, enfatizó.
Según precisó, este desolador episodio se daría principalmente por la informalidad en las construcciones que hay en Lima, que incumplen los parámetros establecidos o fueron levantadas en zonas inadecuadas, dijo en canal N.
En tanto, durante la mañana se realizó el Primer Simulacro Nacional Multipeligro del año. La actividad simuló un sismo de magnitud de 8.8, con epicentro ubicado en el mar, a 60 kilómetros de la costa del Callao. El “saldo estimado”: más de 83.000l “fallecidos” y 5 millones de “damnificados”.
La actividad fue supervisada por la presidenta Dina Boluarte, quien estuvo acompañada del premier Gustavo Adrianzén, el ministro de Defensa, Walter Astudillo Chávez; el ministro de Desarrollo e Inclusión Social, Julio Demartini; y el jefe del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), Juan Carlos Urcariegui Reyes.
Extrañamente, ninguno habló del tantas veces anunciado Sistema de Alerta Sísmica Peruano (SASpe), previsto primero para 2021, luego 2022, después 2023 y finalmente 2024, y hasta ahora nada.
Este sistema desarrollado por expertos del Instituto geofísico del Perú (IGP) y el Indeci alertará a la población, con segundos de anticipación, ante un sismo de magnitud igual o superior a 6.0. El aviso se dará a través de alarmas ubicadas en 114 distritos de 10 regiones costeras, especialmente en la zona sísmica 4: Lima y el Callao.
La alerta del SASpe se dará a través de sirenas que se activarán con la información que transmitan sensores colocados a lo largo de la línea marina, muy cerca a faros, islas e islotes. Esto ocurrirá cada vez que haya un sismo de gran magnitud.
En Lima hay 1,8 millones de viviendas, de las cuales poco más de 1,2 millones son informales, señala el Cismid.