El gobierno de la presidenta Dina Boluarte, a través del Ministerio de Salud (Minsa), emitió el Decreto Supremo N.° 009-2024-SA, que califica de "patologías" a las identidades trans, travestis, y otras de género. En mencionado decreto se incorpora el documento CIE-10 (Clasificación Internacional de Enfermedades), pero en su versión desactualizada de los años 90, lo que hace que las identidades de género sean denominadas como enfermedades. Esto pone en riesgo a la población LGBTIQ+, y la vuelve vulnerable a formas de tortura y degradación con supuestas "terapias" o prácticas de conversión.
Actualmente, existe la CIE-11 aprobada en 2018 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero este documento parece no haber sido considerado por el Minsa. Este elimina las categorías "travestismo" y "transexualismo" y otras que figuran en la CIE-10; y, por el contrario, incluye la categoría "incongruencia de género" que deja de catalogarla como trastorno. Sin embargo, el sector a cargo de César Vásquez se aferra a la CIE-10 sin pensar en las consecuencias que podría traer en los integrantes de la comunidad LGBTIQ+.
La directora de Proyectos de la asociación Más Igualdad, Alexandra Hernández, señala que Perú, como Estado miembro de la OMS, participa en las actualizaciones de la CIE y, por tanto, debería aplicar las políticas de salud estandarizada, pero, en su lugar, utiliza clasificaciones obsoletas que puede desembocar en formas de violencia contras las personas trans, por parte de malos psicólogos y psiquiatras. "El problema es que (la identidad trans y travesti) esté en un manual que las catalogue como enfermedad. Ningún organismo científico serio considera ser una persona trans u homosexual como enfermedad", mencionó.
Además, Hernández cuenta a La República que, desde Más Igualdad, han elaborado una carta dirigida al Minsa sobre el último decreto aprobado que patologiza a las identidades LGBTIQ+. En ella, insta a la ciudadanía a adherirse como profesional de la salud u organización para que participen. Si deseas participar en ella, puedes dirigirte a este ENLACE.
En la misiva se lee: "Insistir en la aplicación de esta política (CIE-10) pone en riesgo a esta población no solo porque las expone a la patologización de sus identidades, sino a cualquier esfuerzo por cambiar su orientación sexual, identidad o expresión de género, conocidas como “terapias” o prácticas de conversión, acciones que constituyen formas de tortura, tratos crueles, inhumanos o degradantes y que son considerados de esa manera desde el 2012 por la Organización Panamericana de la Salud, y catalogados como tortura por la Comisión interamericana de Derechos humanos".
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La organización Féminas se pronunció también sobre el mencionado decreto y exige al Poder Ejecutivo la derogación inmediata de dicha medida que patologiza la diversidad sexual y de género. Su directora, Leyla Huerta, señala: "El meollo es la actualización de la CIE, pero no es una cuestión que se da de forma aislada, es un plan con ataques a la diversidad de género y que busca darle herramientas a los sectores conservadores para seguir atacándonos". En tanto, a través de su cuenta oficial de X, Féminas exhorta al Gobierno a la adopción de políticas y la correcta actualización del Plan de Aseguramiento de Salud (PEAS).