La jefa del Estado, Dina Boluarte, viajó a la región Piura el 7 de abril del año pasado y sobrevoló en helicóptero la Quebrada de San Francisco, donde está el centro poblado Malingas, en el distrito de Tambogrande. Su equipo de prensa distribuyó fotos donde se le vio muy preocupada, señalando desde el interior de la aeronave los lugares castigados por las lluvias. Al finalizar su visita, se reunió con autoridades de la zona en el Centro de Operaciones de Emergencia Sectorial (COES). Allí les ofreció que en los próximos meses se haría el puente que tanto necesitaban.
“Vamos a construirlo”, prometió.
Pero antes preguntó, decidida: “En la zona de Malingas hay tres puentes que la gente clama y no de ahorita, sino de hace 30 años. Por eso, cuando estuve allí, sobre las tierras, con esa impotencia compartida por la población, dije: ‘¿dónde estuvieron los presidentes anteriores?’”.
PUEDES VER: Conoce al único joven que ingresó a Ingeniería de Petróleo en la UNI: vino desde Cusco para estudiar
Agregó: “Vamos a construirla, vamos a venir a poner la primera piedra. En cuanto termine, se aprueba el expediente técnico, se le pone el presupuesto y venimos. No estamos para esperar 30 años para darle la solución a nuestros hermanos y hermanas de Malingas”, aseguró. Es más, dijo que el 20 de abril (del 2023) se instalaría la Mesa Técnica de Trabajo. Ha pasado casi un año y Malingas y las comunidades que la rodean siguen sin tener el puente que tanto necesitan.
“Todos los años vienen los presidentes, prometen la misma cosa (un puente) y nada. Aquí vino la presidenta (Dina Boluarte), prometió que iban a hacer un puente colgante y nada”, comenta a La República César García, poblador que trabaja empujando las llantas donde se trasladan los adultos mayores, niños, enfermos y comerciantes del centro poblado Malingas hacia el centro de Tambogrande, en Piura.
Es la única forma de salir, a raíz de las fuertes lluvias. Lo más indignante para ellos es que todos los años padecen del mismo problema, sin que ninguna autoridad cumpla con levantar el puente que necesitan. En Malingas, ubicada entre Tambogrande y Chulucanas, hay 15.000 habitantes afectados por la activación de la quebrada San Francisco. “Da miedo pasar. Tenemos miedo porque el agua sube y es peligroso. Pero tienen que salir”, relata.
Cuenta que cuando no hay mucha agua, los campesinos pueden salir para llevar sus productos a Tambo Grande, y otros que van a comprar, pero “cuando crece la quebrada, nadie pasa, porque esta quebrada es bravísima”.
Afectados. Pobladores se arriesgan a pasar el río a diario. Foto: difusión
Así están aislados uno o dos días, hasta que baja el nivel de agua y pueden trasladarse.
“Todos los años, cuando llueve, la gente se ahoga acá. A mí no me gusta trabajar en cámaras (llantas), es peligroso pasar, pero qué se hace, tenemos que trabajar”, refiere García.
Los pobladores de la zona se sienten olvidados por los presidentes de la República porque muchos los han visitado, pero ninguno les ha cumplido, incluida la actual jefa del Estado.
“Varios presidentes han prometido recursos. Aquí vino Ollanta Humala, PPK, vino (Pedro) Castillo, vino la presidenta de ahorita. No le miento. Prometió que en unos meses iban a hacer el puente colgante y nada”, expresó García. El mototaxista José Rufino comenta que los precios aumentan debido a las dificultades que supone el transportar alimentos de un lado a otro de la quebrada.
“El panllevar sube su precio por el transbordo. La comida que llevamos de Tambogrande a Malingas sube su costo (…) Si antes comprabas un kilo de arroz a dos soles, por el transbordo ya lo suben a 2.50 y más”, explicó.
PUEDES VER: Dengue en Perú: Minsa anuncia que 32 personas fallecieron por la enfermedad en lo que va del 2024
A su vez, el alcalde del centro poblado, Wilmer Flores, expuso que en enero se iniciaron los trabajos para colocar un puente provisional en la quebrada San Francisco mientras se preparaba la obra definitiva; sin embargo, la empresa contratista Group Piura abandonó los trabajos, ya que no encontraría el suelo adecuado para colocar una de las columnas que sostendrá la infraestructura. Esta obra tenía como unidad ejecutora al Gobierno regional.
Flores apuntó que la quebrada se encuentra atravesada por un baden que desde el año 2022 se viene hundiendo y dificulta el paso del agua, creando depresiones más profundas a su alrededor.
Durante el recorrido que realizó el diario La República, esta infraestructura se encontraba expuesta debido al descenso del agua; no obstante, solo podía ser atravesada por personas a pie y solo por tramos. Los vehículos no podían pasar por este espacio que ya se encuentra inclinado.
Boluarte en abril del 2023. Desde el helicóptero señala las zonas afectadas en Piura. Foto: difusión
En toda la región Piura, las últimas lluvias causaron el incremento del caudal, como es el caso del río Yapatera, en Chulucanas. En muchas zonas se impide el tránsito en diversos badenes. Por ese motivo, los pobladores deben subir a balsas para llegar a otros sectores o buscar otra manera de transportarse.
En esta zona son más de 15 distritos que continuamente están en riesgo de aislamiento durante la temporada de lluvias. Lamentablemente, pese a estos registros, aún no se han construido los 11 puentes definitivos que les prometieron desde hace varios años.
Mientras tanto, la población se las ingenia para ir de un lugar a otro. En el baden Batanes, los pobladores pagan hasta 10 soles para poder cruzar en mototaxis y llegar hasta el siguiente caserío. Otros prefieren cruzar a pie, incluso con niños en brazos, enfrentando la fuerza del agua. “¿Hasta cuándo las autoridades nos seguirán engañando? No queremos migajas, cada año se hacen perfiles técnicos, pero ahí nomás queda. Y seguimos arriesgando nuestras vidas”, manifestó el poblador Samuel Calle.
El poblador Arcadio Silva se mostró preocupado ante la llegada de lluvias más intensas, las cuales dejarán incomunicados a otros caseríos como Piura La Vieja, Papelillo, Frías, Platanal, Talandracas y otros. “¿Qué pasará cuando llueva más fuerte? Necesitamos un puente, aquí se han hundido carros, motos, incluso el río ha arrastrado a personas”, enfatizó.
En medios de promesas como la de Boluarte y decepciones, pobladores como José Rufino Domínguez, de Malingas, sienten decepción y abandono. “Ya estamos cansados de las promesas de los presidentes, vienen, dan el visto bueno y nunca hacen nada. Con la primera lluvia ya estamos prácticamente aislados”, remarcó.
Este panorama se replica todos los años y ya no creen en promesas. “El año pasado vino la presidenta, que dice es la mamá del Perú, dijo que se haría el puente y nada. Estamos cansados”, indica.