A pesar de su discapacidad, Rita Soledad Espinoza Cruzado debe ir constantemente a las oficinas de la DIRIS Lima Norte en silla de ruedas para exigir a los funcionarios que cumplan la resolución de la Sala Laboral Permanente de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte, emitida el 12 de agosto de 2022.
Tras declarar que la entidad demandada desnaturalizó los contratos de locación de servicios de Espinoza Cruzado, y reconocer el vínculo laboral como empleada contratada desde marzo de 2016, dicha resolución ordena la inclusión de la trabajadora en la planilla única de remuneraciones de la DIRIS Lima Norte como técnico administrativo o cargo similar, en un plazo de veinte días.
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“Aún cuando la sentencia dice que deben reincorporarme a la Dirección de Monitoreo y Gestión Sanitaria en el cargo de técnica administrativa con una remuneración de S/ 2,337.50, ellos me habían transferido al Centro Materno Infantil de Tahuantinsuyo con una remuneración de S/ 1,025.00 sin reconocer el mandato judicial”, cuestiona Rita Espinoza.
También refiere que en tres años de juicio, en el que se presentó el Ministerio de Salud y Contraloría de la República, el proceso judicial fue ganado por ella. En base a esa sentencia, el anterior jefe de personal de la DIRIS Lima Norte sacó una resolución administrativa, pero el actual funcionario se niega a hacerla efectiva alegando que la DIRIS es solo para directivos del sector.
La trabajadora indica que lo que pretenden es que ella acepte ir a cualquier centro de salud sin pagarle el sueldo que le corresponde y sin reconocer sus años de servicio.
“Es un abuso lo que están cometiendo conmigo. Yo tengo que ir en silla de ruedas y esperar más de dos horas para que me atiendan. Dicen que ya lo van a solucionar y que no me preocupe, pero siempre mienten”, señala mostrando su carnet como inscrita en el Consejo Nacional para la Integración de la Persona con Discapacidad (Conadis).
Rita Espinoza sigue haciendo trabajo remoto para el área de monitoreo de la DIRIS Lima Norte; sin embargo, en sus boletas de pago aparece como trabajadora del Centro Materno Infantil de Tahuantinsuyo y también del Puesto de Salud de Año Nuevo, con una remuneración de S/ 1025.00.
“Nunca he trabajado en esos centros de salud. No sé qué hay detrás de todo esto”, objeta Espinoza Cruzado.