"El Carnaval de la Luna", allí donde se aprecia en su esplendor al satélite natural de nuestro planeta, se vive uno de los más divertidos carnavales del Gran Sur peruano.
Y aunque el sur, por lo general, es visto como únicamente andino; sin embargo, existen territorios andino amazónicos, como Quillabamba, que ofrece toda su hospitalidad a los visitantes peruanos y extranjeros.
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La ciudad se ubica a escasos 50 kilómetros de Machu Picchu y está situado a 1.050 metros sobre el nivel del mar. Es conocida como la “Ciudad del eterno verano”. En auto, se puede llegar a esta localidad en cuatro horas, porque existe una muy buena flota de buses, de colectivos y autos que hacen el servicio de transporte desde el Cusco y viceversa.
El año pasado, esta ciudad, capital de la provincia de La Convención, en la Región Cusco, presentó el “Carnaval de la Luna”.
Quillabamba, es una palabra quechua que traducido al español significa: “Pampa de la Luna”. Por ello con su carnaval, esta pujante localidad aspira convertirse en el más grande, colorido y turístico del sur del país.
Para ello la sociedad civil viene proponiendo mejoras en su implementación y una potente alianza público privada con la finalidad de beneficiar a los visitantes, y con ello reactivar la economía de esta zona del país.
La diversión en Quillabamba es todo el año, pero se intensifica en febrero durante los carnavales, y para el sábado 17 y domingo 18 estará el programa más nutrido, con las comparsas de las diversas instituciones público y privadas de la provincia.
Durante la fiesta habrá una deliciosa gastronomía, mucha diversión y la muy buena vibra de los quillabambinos.
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Entre las actividades más brillantes está el corso ciudadano, con participación de personas de todas las edades, de los barrios, empresas, universidades, institutos, clubes deportivos, organizaciones y colectivos culturales y sociales.
Pero también habrá festivales gastronómicos, música con agrupaciones de rock, pachanga, bandas tradicionales y bailes típicos.
Esta es una gran oportunidad para disfrutar de los chorros de agua, la serpentina, el talco, las pinturas, el betún, entre otros, recursos utilizados en la alegría del carnaval tradicional.
Pero también la ocasión es importante para degustar platos como el “Puchero quillabambino”, el “Chaque de plátano”, “el Pollo a la brasa quillabambino”, el “Submarino” (combinación de chicha morada y helado de vainilla o de otro sabor), cremoladas de frutas, y también disfrutar del finísimo café de especialidad, el chocolate con 100% cacao chuncho, entre otras delicias.
Quillabamba ofrece lugares turísticos diversos, como cataratas, el Museo Amazónico, los diversos miradores en las alturas de la ciudad, las fincas de café, cafeterías y una variedad de piscinas, muy bien cuidadas, y con agua cristalina. Y sobre todo, la alegría y la simpatía de su gente.