El último análisis económico de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) al Seguro Social de Salud (EsSalud) determinó que dicha institución se encuentra en déficit financiero por diferentes motivos. Una de las razones más importantes es que la entidad sanitaria tiene más gastos que ingresos.
De igual manera, el organismo mundial ha proyectado que para dentro de nueve años, en el 2032, los desembolsos de EsSalud seguirán en aumento hasta el punto de duplicar las cifras en rojo registradas actualmente.
Se precisa que este Estudio Financiero Actuarial se hace al Seguro Social de manera periódica desde 2005 —es decir, hubo cuatro estudios antes que el último— y su finalidad es proveer de herramientas a la entidad para que tome mejores decisiones.
PUEDES VER: Adulta mayor consigue cita en oftalmología tras 4 años de espera en policlínico de EsSalud
“Durante los últimos cinco años, el seguro ha venido mostrando un debilitamiento persistente en sus resultados monetarios”, alerta la OIT en un documento disponible para el público que cuenta con 134 páginas.
El estudio evidencia los posibles gastos infructuosos que realiza EsSalud en temas de infraestructura, tales como inversiones por construcción, mantenimiento, diseño, operación, financiamiento y equipamiento en los hospitales de Chimbote y Piura, los mismos que empezarían a edificarse recién en el 2026.
El informe de la entidad internacional reconoce que, al 2022, existía un superávit porque los ingresos del Seguro Social eran superiores a sus gastos. No obstante, la situación se revierte a partir de 2023 y se sostiene en déficit financiero hasta el final de la proyección.
Si Essalud va camino a la quiebra también será a causa de los gastos por prestaciones asistenciales, de acuerdo a los múltiples graficos de proyección económica de la entidad presentados en el informe.
Estas prestaciones asistenciales representan el mayor desembolso y se tipifican en trasplantes, atenciones por emergencias, cirugías, hospitalizaciones, consultas y partos.
Vale mencionar que, en comparación con resultados de estudios anteriores realizados por la OIT, se detalle en este último análisis que las consecuencias de la pandemia de la COVID-19 llevó a que se reduzca la cobertura de EsSalud y que algunos servicios de salud se usen menos.