Su plan era matar a su pareja, pero no lo consiguió. Gonzalo Teodoro Cano Paredes (64) la atacó con un cuchillo en la vivienda que compartían, en San Juan de Lurigancho, y después, creyendo que ella había fallecido, se suicidó prendiéndose fuego. Cuando los bomberos apagaron las llamas, lo encontraron carbonizado en el cuarto matrimonial.
La discusión terminó de la peor manera. Geraldine Choque Callo (55) lucha ahora por su vida. Para los investigadores se trataría de un intento de feminicidio seguido de suicidio.
El hecho ocurrió en la avenida Los Geranios, del asentamiento humano Santa Rosa del Sauce.
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La pareja discutió toda la tarde. La mujer, nueve años menor que Gonzalo Cano, amenazó con llamar a la policía. Eso enfureció al hombre que la empezó a acuchillar.
“Lo jalé para que no subiera al segundo piso. Él se fue llevando un envase con gasolina, se roció todo el combustible en mi presencia y no pude hacer nada”, contó una vecina, testigo del terrible drama familiar.
Según la Defensoría del Pueblo, de enero a setiembre hubo 163 mujeres asesinadas (118 feminicidios y 45 muertes violentas), además de 90 tentativas de feminicidios en todo el país. La asociación Familias Unidas por Justicia tiene registrados de enero a la fecha 145 feminicidios, cifra que se acerca a las del 2019, que terminó con 168 mujeres victimadas.
Detenido. Dino Hilario Paquiyauri, feminicida de Huancayo. Foto: difusión
El jueves, Medaly Curipata Huamán, madre de dos niños, fue asesinada por su pareja, Dino David Hilario Paquiyauri, quien tenía 12 denuncias por violencia de género y estaba con restricciones : no podía acercarse a Medaly ni a su vivienda.
Pero no le importó la orden de la justicia. La fue a buscar a su puesto de venta de pescado en Huancayo y la atacó con un cuchillo.
Antes también fue asesinada en Iquitos Armelania Huaytán Dahua. Su expareja Gexy Naro Siquihua le disparó y luego se quitó la vida con la misma arma de fuego.
Valentina Gutiérrez Leonardo fue asesinada en Chiclayo por Winston Alfaro Céspedes Rojas, quien luego de cometer el crimen se entregó a las autoridades.
La violencia de género no baja. Los datos, las circunstancias y los detalles siempre son los mismos. Nada cambia.
Muchas de estas mujeres murieron golpeadas. Pero también apuñaladas, baleadas, estranguladas, quemadas, asfixiadas y degolladas.
“Si bien celebramos todas las medidas implementadas, la situación excepcional que atravesamos demuestra que no son suficientes para proteger a las mujeres y otras personas en situación de violencia. Es imprescindible que el Estado refuerce las medidas de prevención y protección”, dice el colectivo Familias Unidas por Justicia.
Prevención. Urge que las instituciones fortalezcan sus diagnósticos a fin de fortalecer las medidas de prevención y atención de las diversas formas de violencia y desaparición de mujeres, señala la Defensoría del Pueblo.