Cargando...
Sociedad

¿Qué pasó con las viviendas que el MVCS se comprometió a construir en CANTAGALLO tras el incendio de 2016?

En 2016, un incendio en Cantagallo afectó a 238 familias. El MVCS se comprometió a construir un complejo habitacional para aquellos que se quedaron sin hogar. A casi 7 años del siniestro, no se ha ejecutado ningún proyecto que ayude a las integrantes de la comunidad shipibo-konibo que se vieron afectados. ¿Qué pasó?

larepublica.pe
A casi siete años del siniestro, la comunidad de Cantagallo aún vive en situaciones precarias. Foto: composición LR/La República/Rosa Quincho y Cristpoher Zegarra

"Fue lo peor que vivimos", comentó Fernando Tananta al recordar el incendio de 2016 que arrasó más de 430 casas de la comunidad de Cantagallo, en el Rímac. Él y su familia lo perdieron todo. Durante 2 años, vivió en un cerro de San Antonio de Huarochirí y, casi a diario, viajaba 2 horas para llevar a sus hijos al colegio, ubicado en el Centro de Lima. Para entonces, el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS) había anunciado la creación de un complejo habitacional que albergaría a las familias afectadas por el siniestro. Sin embargo, pasaron los meses y ninguna obra se materializó. Ante la falta de acción, regresó a Cantagallo y se reinstaló en la zona, donde hasta la fecha vive en situación precaria.

Al igual que Tananta Sánchez, muchos integrantes de la comunidad shipibo-konibo dejaron el lugar y se instalaron en donde sus posibilidades económicas se los permitían. Tenían la esperanza de reinstalarse en Cantagallo con una vivienda de material noble. Pero esto nunca sucedió. A su regreso, levantaron casas con triplay, maderas y calaminas. Actualmente, aún carecen de agua y desagüe, según comentó Karina Pacaya, líder de la comunidad, a La República. Pero ¿qué pasó con el proyecto habitacional del MVCS que se les prometió?

¿Qué pasó con el complejo habitacional que prometió el MVCS a las familias de Cantagallo afectadas por el incendio?

En diciembre de 2016, el entonces jefe de Estado Pedro Pablo Kuczynski visitó Cantagallo para anunciar la construcción de un conjunto habitacional para los damnificados del incendio ocurrido en noviembre del mismo año. En su presentación, el exmandatario aseveró que se edificarían "viviendas de material noble con buena ventilación y buen espacio". Luz, agua y desagüe, también fueron las promesas mencionadas.

En la comunidad de Cantagallo residen al menos 1.000 personas en la actualidad. Foto: La República/Rosa Quincho y Cristopher Zegarra

Para esto, se comentó que las familias afectadas por el voraz incendio tendrían que salir del lugar. Eso hicieron y 238 familias dejaron la zona luego de que 436 casas se convirtieran en cenizas por las llamas del fuego. Pasado los meses, en noviembre de 2017, el MVCS aseveró que el proyecto tendría una inversión de S/23.000 millones.

Sin embargo, la ejecución de la iniciativa se paralizó. Ante las demoras en las obras, decenas de miembros de la comunidad shipibo-konibo retornaron a la zona. En ese contexto, el Ministerio de Vivienda comunicó que los trabajos de construcción empezarían recién en 2020 y las viviendas estarían listas para los primeros meses de 2021.

Las familias de Cantagallo viven en casas hechas de madera, triplay y calamina. Foto: La República/ Rosa Quincho y Cristopher Zegarra

Pese a todas las promesas, en febrero de 2021, las autoridades del MVCS afirmaron a los representantes de la comunidad que el proyecto habitacional sería inviable. La entidad les aseguró que no habría el presupuesto suficiente para ejecutar la obra. Sumado a esto, se les mencionó que el suelo no era apto para una construcción y que la zona registraba elevadas concentraciones de arsénico y plomo, lo cual representa un peligro para sus habitantes.

Los miembros de la comunidad de Cantagallo viven en situación precaria, ya que no cuentan con los servicios básicos. Foto: La República/ Rosa Quincho y Cristopher Zegarra

En diálogo con este medio, Karina Pacaya, dirigente de la Asociación Comunidad shipibo-konibo de Cantagallo, explicó que, tras cancelarse el proyecto habitacional, se instauró una comisión multisectorial para dar alternativas de solución; sin embargo, esta no tuvo resultados. "No hubo propuesta o salida viable (de vivienda) según la condiciones que deseábamos", manifestó.

"La comisión multisectorial fue por cuatro meses. Tuvimos que buscar una alternativa. Pero no hubo un resultado viable para nosotros (...) Desde esa fecha a la actualidad no hay nada", enfatizó. Al respecto, La República contactó con el MVCS para obtener su postura del caso, pero al cierre de la publicación no brindaron respuesta alguna.

Karina Pacaya aseveró que el pedido de la comunidad es que se habilitan áreas verdes y una adecuada habilitación urbana. Foto: La República/Rosa Quincho y Cristopher Zegarra

¿Qué solicita la comunidad shipibo-konibo de Cantagallo, del Rímac, en la actualidad?

"Deseamos que se nos realice una buena habilitación urbana", manifestó Pacaya. La representante de la comunidad shipibo-konibo de Cantagallo aseveró que también buscan crear una comunidad ecológico-vivencial. "Lo que queremos es que haya áreas verdes en los espacios más contaminados, pero que también se nos incorpore al Proyecto Especial Paisajístico Río Rímac", indicó. La iniciativa en mención contempla la creación de espacios públicos accesibles y sostenibles que contribuyan a la recuperación del citado paisaje hídrico.

La comunidad shipibo konibo carece en su mayoría de servicios básicos. Foto: composición LR/La República/Rosa Quincho y Cristopher Zegarra

Karina Pacaya también denunció que, en su mayoría, los habitantes de Cantagallo carecen de servicios básicos, como son luz, agua o desagüe. Para esto, se debe declarar como zona habitable el perímetro en el que viven.

Por su parte, Fernando Tananta, vicepresidente de la asociación ASHIREL, indicó que la mayoría de los miembros de la comunidad shipibo-konibo se desempeñan como artesanos y desean que puedan ser considerados dentro de los planes del Gobierno. "No pedimos que nos regalen, también podemos trabajar y construir nuestras casas. (Solo) pedimos que nos consideren como humanos, porque ya hemos vivido discriminación", enfatizó.