Consternación causó el caso de un niño de 2 años, quien llegó al Hospital de Tarapoto luego de ingerir, por accidente, ocho agujas de inyección mientras jugaba en los campos de cultivo donde su madre trabaja. El hecho se registró en el caserío Ramón Castilla, distrito de Campanilla de la provincia de Mariscal Cáceres.
El niño fue referido de emergencia al Hospital de Tarapoto para ser intervenido por los especialistas del establecimiento médico. El cirujano pediatra Efraín Salazar Tito tomó el caso y dispuso que el menor sea operado para extraer todos los cuerpos extraños que permanecía a través de todo su tracto intestinal.
El médico Salazar Tito detalló que la cirugía duró casi 2 horas y resultó ser exitosa luego de que lograran extraer las ocho agujas que se encontraban en diferente partes del estómago y tracto intestinal del infante.
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Para asegurarse del buen estado del pequeño, los médicos revisaron exhaustivamente el intestino delgado del niño e identificaron pequeñas lesiones en proceso de cicatrización. Asimismo, procedieron a constatar que no haya fuga de líquido intestinal.
La recuperación del niño es rápida al punto que pasó en cuestión de horas de la Unidad de Recuperación Postanestésica (URPA) al área de hospitalización, donde su evolución es favorable, de acuerdo a lo señalado por los médicos del Hospital de Tarapoto.
Narly Olórtegui Pisco, madre del niño, agradeció al médico Efraín Salazar y a todo el personal de salud por salvar la vida de su hijo con una atención oportuna.