En la avenida Javier Prado Este N°2813, del distrito limeño de San Borja, tres empresas funcionaban en un mismo domicilio, pero en diferentes oficinas. Se trata de un grupo empresarial conformado por Eralma Constructora SAC, Neso Constructora SAC, y Neptuno Contratistas Generales SAC. La primera fue fundada por Ernesto Málaga Fattorini, sobrino de Félix Erdulfo Málaga Torres, dueño de Constructora Málaga Hnos. SA, vinculada al “Club de la Construcción”, al que se acusa de repartirse concertadamente obras públicas. Las otras dos son regentadas por familiares.
Las tres empresas formaron una red de consorcios para ganar millonarias licitaciones públicas a lo largo del país. Muchos contratos se resolvieron por incumplimientos. En el caso de las obras encargadas por el Gobierno Regional de Arequipa (GRA) la situación tocó fondo. Casi todas están inconclusas. Por casi siete años (2015-2022), un número importante de proyectos emblemáticos por S/ 765 millones 467 mil 340, fueron entregados a este mismo grupo de empresas.
¿Hay un monopolio para obras regionales de gran envergadura en Arequipa? “No es bueno que solo unas empresas asuman tanta responsabilidad. Es legal, pero no sano. Eso perjudica a Arequipa”, opinó el presidente de la Comisión de Infraestructura del Consejo Regional de Arequipa (CRA), Fernando Cornejo. “Probablemente lo haya (monopolio), pero nos ceñimos a los contratos”, respondió el gerente regional de Infraestructura, Alfredo Zirena.
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El resultado: cinco resoluciones de contrato por diversos incumplimientos (ver infografía). Se les adjudicó cuatro construcciones hospitalarias que siguen en deterioro por años sin plazo fijo de conclusión, y hay dos carreteras que un momento fueron abandonadas. Solo una obra está en ejecución, el puente para la vía Arequipa-La Joya.
El Consorcio Salud Camaná II, integrado por Eralma (94%), tampoco concluyó el hospital Camaná. En la gestión del anterior gobernador Elmer Cáceres Llica, le perdonaron la anulación de su contrato, para que culmine la edificación en 210 días.
Desde noviembre de 2022, avanzó solo 1.3% pese a recibir adelantos por S/ 6 millones. La entidad regional por segunda vez podría resolver el contrato. Decidió esperar a que se cumpla el plazo de obra, para enviar un “requerimiento de cumplimiento de obligaciones” bajo advertencia de anulación. En quince días, con la respuesta del consorcio, se tomaría una decisión. “De nada ha valido la conciliación. Es absurdo, tonto ,porque hemos perdido tres años”, dijo Cornejo.
Exfuncionarios de la entidad señalan que existe una permisividad de años en beneficio de estas empresas que lidiaría con la colusión. El ingreso de este grupo empresarial se dio en la administración regional de Yamila Osorio. Su sucesor, Cáceres Lica, anuló cuatro de los contratos a Eralma, Neptuno, Neso y otras de sus socias. Sin embargo, luego conciliaron para culminar el nosocomio de Camaná con Eralma.
Poco tiempo después le adjudicaron nuevamente una licitación al mismo grupo empresarial, por S/ 189 millones para la segunda etapa de la carretera Vizcachani-Callalli-Sibayo-Caylloma. Esta vez Eralma se consorció con China Railway N°10 Engineering Group Co., parte de las constructoras chinas que dejaron botados proyectos en todo el país. Se le involucró en el “Club del Tarot”, intervención en el sistema del Seace para ganar concursos.
El modus operandi de abandonar proyectos, se volvió a repetir en esta vía y se llevaron S/ 19 millones en adelantos. Casi al finalizar la gestión de la gobernadora encargada Kimmerlee Gutiérrez, otra vez les resolvieron el contrato.
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“Estamos exigiendo que las obras sean por administración directa o con empresas eficientes y con solvencia económica”, indicó el exsecretario general del Sindicato de Construcción Civil, Luge Espinoza. El exdirigente sostiene que las empresas de los Málaga han dejado deudas con los obreros.
Tienen compromisos por S/ 678 mil 187 a proveedores y trabajadores en la obra de Camaná. Mientras que no cumplieron en realizar aportes por medio año a la AFP o ONP en el tramo III de la Vía 4 Carriles. El grueso de deudas de obreros por pensiones se les debe por la construcción del hospital Maritza Campos Díaz. Casi un año y medio en deudas que perjudica a 180.
Espinoza indica que siempre exigieron la anulación del contrato y nunca lo hicieron. “¿Que los ata?”, pregunta. Precisamente por esas negligencias, el Consorcio Hospitalario Sur, que ejecutaba el nosocomio Campos, se llevó más de S/23 millones en adelantos y no invirtió mas de S/ 185 mil en todo el 2022. Tanto la administración de Gutiérrez y la actual de Rohel Sánchez, dieron tiempo a que los privados del consorcio, entre ellos Eralma, interpongan una medida cautelar y pierdan el control de la obra. No pueden resolver el contrato ni cobrar las cartas fianza.
Solo la instalación del puente Arequipa – La Joya se está salvando de la debacle. Aunque el consejero Cornejo advierte que hay reclamos de las consorciadas, entre ellas Eralma, por pagos. “Esperemos que no ocurra lo mismo”, sostuvo.