El 2 de mayo pasado, los escolares de la Institución Educativa Primaria (IEP) n° 72015 del centro poblado de Accopata desfilaron por el aniversario del distrito de Asillo, provincia de Azángaro (Puno). La banda del colegio interpretó: “Esta democracia ya no es democracia”, una canción que se ha entonado en las protestas sociales contra la presidenta Dina Boluarte. Al Gobierno no le gustó este número artístico y el Ministerio de Educación anunció una investigación y sanción para los maestros que supuestamente habrían inducido a los alumnos a interpretar esta pieza.
La República llegó a esta localidad, a cinco horas al norte de la ciudad de Puno, y conversó con varios padres de los escolares. Descartaron que sus hijos hayan sido influidos por los maestros. Dijeron que fue una decisión comunal con la aprobación de los padres de familia. Explicaron que optaron por esta canción por la muerte de los caídos en Juliaca, entre ellos su paisano Heder Jesús Mamani Luque, quien dejó en la orfandad a tres menores de edad, que también estudiaban en dicha institución educativa. La víctima perdió la vida por impacto de bala el 9 de enero pasado, en las inmediaciones del aeropuerto Inca Manco Cápac de Juliaca.
Heder Jesús Mamani Luque murió asesinado y dejó tres menores de edad en la orfandad. Foto: La República.
“Lo que ha pasado es que la gente ha decidido solidarizarse por la muerte del padre de familia, que era el más conocido y el más colaborador de todos. Los niños tienen derecho a cantar. Es solo una canción. Ya no se les puede esconder ni negar nada. Ellos ya saben todo lo que está pasando en el país, porque todo está en las redes sociales. Los niños saben que la Policía le ha disparado y hasta ahora no hay justicia”, aseguró Yenny Moroco, madre de familia.
El anuncio del Gobierno de sancionar a quienes indujeron a los escolares no ha caído bien en los padres de familia en Accopata. Los comuneros se organizaron para defender a sus hijos y a los maestros. “Los niños también sienten pena porque tres de sus amigos ya no tienen papá. Y, con lo que ha dicho Dina Boluarte, están traumados porque ahora piensan que la Policía los va llevar a la cárcel. Los niños no han hecho nada malo. Solo han cantado una canción que ahora la cantan por todos lados. Cómo es posible que por una canción nos hagan tanto daño psicológico, pero no se preocupan cómo los alumnos estudian con muchas necesidades”, dijo Liberata Huamán, madre de familia y prima del fallecido.
Institución Educativa Primaria (IEP) n° 72015 del centro poblado de Accopata. Foto: La República.
Los comuneros tienen bien presente lo que sucedió porque el cementerio donde está enterrado Heder está a espaldas del colegio primario.
Los tres hijos del fallecido fueron trasladados a otra institución educativa en el centro poblado de Progreso, un pueblo contiguo a Accopata, porque, según los padres de familia, extrañaban mucho a su padre, quien también había estudiado en la escuela primaria 72015.
“Quería mucho a su escuela, por eso era activo y por eso nuestros hijos estaban ahí. Era bien conocido. Está mal que después de matar a mi esposo, encima ahora quieran investigar y sancionar a todos, solo porque se han solidarizado con mis niños. Esa canción ahora se canta en todos lados. No es justo”, dijo a La República Yovana Apaza Cutisaca, esposa del comunero asesinado.
Las comunidades vecinas de Accopata se reunieron y acordaron que no permitirán ninguna sanción para nadie porque consideran que no hicieron ningún daño. Mientras que las comunidades quechuas y aimaras decidieron desfilar el 28 julio con dicha canción en todos los desfiles de sus pueblos en solidaridad con los escolares y padres de familia.
“Lo único que está haciendo el Gobierno es provocar y exacerbar más los ánimos en Puno. Nosotros no vamos a permitir atropellos”, dijo Rubén Apaza dirigente de las comunidades originarias.
La Unidad de Gestión Educativa de Azángaro inició investigación a los maestros de Accopata. Las diligencias se llevan con reserva.
● El abogado Julio Villegas dijo que los alumnos y los profesores no incurrieron en delito. “Acá solo veo amedrentamiento político. No hay delito, sino tendrían que sancionar a quienes cantan ‘El pueblo unido jamás será vencido’, de Quilapayun. Por un principio de legalidad, para sancionar por cantar esa canción, tendría que estar previamente establecido”, aseguró.
● La Unión de Comunidades Aimaras informó que no permitirán ninguna sanción a nadie y, por el contrario, socializarán aún más el tema en los pueblos más alejados.