En el Congreso se ha propuesto que el Estado entregue dinero a las familias que tienen hijos en la escuela pública para que los inscriban en colegios privados.
Los beneficiarios serían alumnos que hayan sido admitidos en una escuela privada, previo compromiso de sus padres de garantizar sus estudios. “El proyecto busca que el Ministerio de Educación brinde una mejor calidad educativa a los estudiantes y una mayor colaboración entre el Estado e instituciones del sector privado para cubrir las carencias”, señala iniciativa del congresista Alejandro Cavero.
Sin embargo, este sistema no es nuevo y en países como Chile, donde tiene más de 30 años, no ha funcionado.
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Eduardo González Navarro, vicepresidente del Colegio de Profesores de Chile, señala a La República que hay estudios que demuestran que el denominado váucher educativo y la competencia no han mejorado la calidad de la educación ni los aprendizajes de los alumnos. “En la prueba PISA, los resultados son deficientes”. Lo segundo es que ha aumentado la segregación académica y social; es decir, ha aumentado la desigualdad social.
“Si la mensualidad es más alta, tú vas a pagar esa diferencia; lo que ocurre es que las familias se desplazan a las escuelas privadas, pero no todas las familias, sino las que tienen capacidad económica de pagar la diferencia al privado”.
Un tercer punto es que el váucher abre la política de la privatización, bajo la lógica de que aumenta la oferta y hay desplazamiento de matrícula. En Chile, el 33% de las escuelas son con matrícula pública y el resto está en las escuelas privadas.
Sobre la propuesta legislativa, el secretario general del Sutep, Lucio Castro, se mostró en contra porque “significa darle al Estado la posibilidad de desentenderse de su responsabilidad que es la escuela; generaría desfinanciamiento de la escuela y un negociado para la empresa privada y grupos económicos que tienen colegios”.
En esa línea, el decano del Colegio de Profesores del Perú, Heli Ocaña, criticó la propuesta de Cavero, y asegura que el váucher “significa producir más brechas educativas en el país, pues solo permitiría que estudiantes de zonas cercanas a escuelas privadas tengan posibilidad de financiamiento del Estado para trasladarse a un privado, pero no está garantizada ni la eficiencia ni calidad”. Señala que más bien se debe fortalecer a la escuela pública con mayor presupuesto.
Por su parte, la exministra de Educación Patricia Salas indicó a Ojo Público su rechazo a esta iniciativa. “Es fatal, es absolutamente fatal, porque los váucheres educativos lo que hacen, es decir: ‘¿Sabes qué? Yo no me voy a ocupar de tus derechos, toma tu pedazo de presupuesto y anda mira cómo lo haces’. Porque el váucher es eso. En lugar de financiar las escuelas y decir ‘una escuela para que funcione bien necesita infraestructura, maestros, equipamiento; y eso cuesta equis cantidad de soles’, lo divido entre mi número de alumnos y digo toma, haz lo que puedas con eso”.
Pero para el presidente de las Apafas, Gregorio Durand, se abre una posibilidad para los padres que quieran trasladar a sus hijos porque las escuelas públicas tienen problemas.
Lucio Castro del Sutep anunció que se realizará una movilización nacional, el próximo 25 de mayo, al Congreso de la República para defender la escuela pública y pedir el archivamiento del váucher educativo.
Lucio Castro, secretario del Sutep
“Estamos en desacuerdo porque significa darle al Estado la posibilidad de desentenderse de su responsabilidad; generaría desfinancimiento de la escuela y un negociado para la empresa privada”.
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Patricia Salas, exministra de Educación
“Los vales educativos lo que hacen, es decir: ‘¿Sabes qué? Yo no me voy a ocupar de tus derechos, toma tu pedazo de presupuesto y anda mira cómo lo haces’. En lugar de financiar a las escuelas”.
Eduardo González, profesor de Chile
“Las escuelas privadas que empiezan a recibir váucheres, a medida que van a tener ese financiamiento por parte de los estudiantes, no logran después traducir en mejoras de los aprendizajes”.