El odontólogo Christian Gerardo Quispe Culqui (37), fundador del consultorio CQDents, secuestrado hace ocho días tras salir de su casa en Carmen de la Legua hacia el Centro de Lima, fue hallado muerto en un descampado de Lurín: tenía varios impactos de bala. La inseguridad ciudadana, lejos de moderarse, se agudiza y avanza sobre nuevos sectores de la sociedad. Ya nadie está libre. Y se estima que, para este año, la tasa será de 8,7 homicidios por cada 100.000 personas.
El martes 18, dos hombres y una mujer interceptaron a Quispe. Su camioneta Z6K-678 apareció abandonada en Zárate. Un día después, su familia comenzó a recibir mensajes desde un número del extranjero.
“Todo parece indicar que se trataría de un secuestro extorsivo, la voz del hombre que se comunicaba tenía un acento venezolano”, confirmó un agente de Homicidios.
Luego de su desaparición, Nathaly, esposa del profesional con quien tiene un hijo pequeño, decidió denunciar el hecho. Lamentablemente, su cuerpo fue hallado con tres impactos de bala: dos en el tórax y uno en la cabeza. Lo llevaron a la morgue y lo ficharon como “NN”.
Lugar. El cuerpo fue abandonado en un terreno de Lurín. Foto: La República
Lima sigue a merced del hampa. Solo en las primeras seis semanas de este año se registraron 44 denuncias por sicariato, la cuales superan a las 23 que se realizaron en el mismo periodo del 2022, lo que representa un incremento de cerca del 50% de casos, según la Policía.
Las bandas ya no parecen reparar en los daños colaterales a la hora de los atentados y se mantienen activas, en muchos casos, con la dirección de sus jefes presos, como ocurre con el ‘Tren de Aragua’ y sus variantes.
“Es verdad que se ha incrementado los casos respecto al año pasado, pero la PNP viene haciendo un trabajo articulado con la finalidad de neutralizar estos hechos”, señaló el coronel Víctor Revoredo, jefe de la División de Homicidios de la Dirincri.
Ayer, el ciudadano venezolano Edward José La Rosa Díaz (22), quien radicaba en nuestro país desde hace dos años y trabajaba como ayudante de albañilería, fue asesinado a tiros cerca a la casa que ocupaba en la asociación de vivienda Señor de los Milagros, en Puente Piedra.
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Recibió una llamada telefónica y, al salir a la calle, un sicario le descerrajó seis tiros delante de dos grupos de niños.
Familiares de la víctima denunciaron que días antes había recibido amenazas por parte de extorsionadores que le exigían el pago de cupos. Esta es la principal hipótesis que maneja la Policía.
Otro de los graves problemas es el préstamo de dinero, un fenómeno ilegal e informal llamado ‘gota a gota’ o ‘pagadiarios’, que —además de tener altas tasas de interés— se ha convertido en motivo de varios asesinatos.
Para solucionar sus urgencias económicas, Elisa María buscó a una amiga para que le prestara plata. Ella le recomendó a un ‘pagadiario’. Lo que en un momento fue un alivio se volvió un dolor de cabeza. Los altos intereses y los métodos de cobro la hicieron temer por sus bienes y su vida.
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Fuentes de la Dirincri señalan que mafias colombianas y venezolanas ofrecen préstamos bajo distintas formas: colocan avisos en postes, paredes, veredas, etc.; y anuncios en mercados, negocios y otros. También entregan tarjetas y volantes que ofrecen “dinero al toque”.
Asimismo, con aplicativos que registran toda tu información a través de las redes sociales (Facebook, Twitter, Instagram, etc.), incluso con publicidad en periódicos.
Los extorsionadores del ‘gota a gota’ llegan al punto de matar a quienes incumplen los pagos. Día a día hay un súbito aumento de intereses del 2% al 60%. Al dejar de cumplir una cuota, obligan a reiniciar los pagos desde cero.
También insisten y ‘presionan’ para que la víctima tome nuevos préstamos. Ante el incumplimiento del pago, presionan psicológicamente a sus víctimas. Los amenazan, intimidan y dañan a quienes tomaron prestado, sus familiares y hasta a sus amigos.
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Desde ayer, 3.500 nuevos suboficiales se incorporaron a la Policía Nacional para reforzar las diversas unidades operativas de la institución y potenciar la seguridad ciudadana en Lima Metropolitana.
Policías. Ayer se mandó a 3.500 nuevos efectivos a la calle. Foto: difusión
“Desde hace mucho tiempo, el país enfrenta una serie de flagelos, pero el mayor, el que causa dolor y zozobra en nuestra población, es la inseguridad ciudadana. Los delincuentes no solo le quitan sus pertenencias a nuestros compatriotas, sino también sus vidas”, dijo la presidenta de la República, Dina Boluarte.
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La mandataria exhortó a los policías a actuar con más energía frente a la delincuencia.