No hace falta salir del centro de la ciudad de Chiclayo para notar el caos y descontento que ha generado en la población el colapso de la vetusta red de desagüe a consecuencia de las lluvias en Lambayeque. Ir de un extremo a otro en la urbe se ha convertido en un dolor de cabeza para los transportistas y transeúntes, quienes tienen que soportar varios minutos en el tráfico o evadir los aniegos.
Tras las precipitaciones pluviales de moderada intensidad del último domingo 2 de abril, La República realizó un recorrido por la capital lambayecana y corroboró que en avenidas como Salaverry, Sáenz Peña, Balta o Bolognesi; y en las calles Elías Aguirre, San José y otras, es indispensable caminar con botas de jebe para vencer a las aguas pestilentes que salen de los buzones y se estancan cual lagunas.
PUEDES VER: Licenciamiento de UNPRG: 30 docentes descenderían de categoría y 11 serían separados por no tener maestría
Según la alcaldesa de Chiclayo, Janet Cubas, existen 107 puntos críticos de colapso de desagüe. Estos están distribuidos en el casco urbano, urbanizaciones y en los pueblos jóvenes. La capacidad de respuesta de la comuna y de la Entidad Prestadora de Servicios de Saneamiento de Lambayeque (Epsel) se ha visto largamente superada en últimas horas.
La Municipalidad Provincial de Chiclayo (MPCh) trata de contrarrestar los enormes forados en la esquina del Banco de la Nación, en la intersección de la avenida José Leonardo Ortiz y la calle Elías Aguirre, con la colocación de piedra en la pista, no obstante, la tarea aún es muy grande para un reducido grupo de trabajadores acompañados de la Policía.