Cada 48 horas una mujer muere por violencia de género

A Facunda Quispe (72) la asesinó su esposo tras 52 años de matrimonio. A María Acevedo (28) la asfixiaron. Katalina Ccoicca (24) agonizó hasta morir eliminada por su pareja. A Julia Ccoyori (23) la denuncia por violencia de género no le sirvió para que terminara muerta. Xiomara Huallparimara (18) había sido reportada como desaparecida antes de morir. La venezolana Mabel Restrepo (37) recibió varias puñaladas. La lista de los feminicidios llegó a 32 en los primeros dos meses de este año.

El 2022 también quedará en la historia como un año de luto: 137 mujeres fueron eliminadas por sus parejas o exparejas. En ese mismo periodo se produjeron 51 muertes violentas y 111 tentativas de feminicidio, según la Defensoría del Pueblo.

El 8 de marzo, mujeres de todo el país se movilizarán en el marco del Día Internacional de la Mujer para reclamar mayor igualdad y rechazar la violencia machista. Y es que la violencia de género en cualquiera de sus formas, ya sea física, psicológica, sexual y económica, puede ser la antesala del feminicidio.

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Entre 2019 y agosto del 2022 se registraron 893.000 medidas de protección, según el Poder Judicial. Con excepción del periodo de cuarentena por el COVID-19, cada mes se otorgaron entre 12.000 y 25.000 medidas.

Según reportes del Programa Nacional Aurora del Ministerio de la Mujer, solo durante enero se reportaron más de 10.000 casos de violencia contra mujeres de todas las edades.

Es el último eslabón

“Nos siguen matando, cada 48 horas una mujer muere por violencia. Creemos que se debe aplicar la ley para la eliminación de la violencia; garantizar el acceso a la justicia; el patrocinio legal penal gratuito; la pérdida de la patria potestad para el feminicida y crear más hogares refugios para las víctimas”, dice la madre de la estudiante Ana Ponce Ríos, la primera víctima de feminicidio en el 2023.

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Uno de los crímenes que más conmocionó este año fue el de Sandra Carrasco, una joven asesinada a tiros por su pareja, el teniente PNP Sandro Obregón Peralta, quien se quitó la vida en Quillabamba, Cusco.

El feminicidio es el último paso de una cadena de violencias. La Organización Mundial de la Salud calcula que el 35% de las mujeres han sufrido o sufren algún tipo de violencia de pareja en algún momento de su vida.

Desaparecidas y trata

A este problema, la Defensoría del Pueblo agregó que, durante el 2022, la Policía registró 11.524 denuncias por desaparición de mujeres en todo su ciclo de vida, de las cuales 5.558 fueron ubicadas (48 %). Este año, solo en enero se reportaron 671 mujeres desaparecidas.

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“Urge que se fortalezcan las acciones de búsqueda de las víctimas y las acciones interinstitucionales que permitan un apoyo permanente a las familias de las mismas”, señala la defensora Eliana Revollar.

A ello se agregan las mafias que viven de la trata de personas, a través de la explotación sexual y laboral de sus víctimas. Este delito sigue avanzando sin control por el país. Sin embargo, pese a ello, no se destinan recursos suficientes. En un informe de la Defensoría del Pueblo y CHS Alternativo se revela que en los últimos ocho años el presupuesto destinado para combatir la trata se redujo de 14 millones de soles en el 2015 a 4 millones en el 2021.

“Ahora se destina lo que hoy ni siquiera cuesta un pan”, afirmó el director ejecutivo de CHS Alternativo, Ricardo Valdés.

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Son temas complejos y todos los consultados coinciden en que se debe abordar desde muchos aspectos.

“Ante un feminicidio, por ejemplo, los medios dicen cómo iba vestida la chica, datos que hacen a su condición de mujer y que si fuera un varón no se les daría importancia. Las fotos son estereotipadas. El cambio implica una profunda transformación cultural que lleva tiempo”, dice el coronel Víctor Revoredo, jefe de la División de Homicidios.

Los malos tratos en pareja no son visibles

Enfoque. Carlos Bromley, médico psiquiatra

En el vértice está el control. Los celos, la humillación, la indiferencia afectiva, el aislamiento, el acoso, la presión y amenaza lo ejercen, fundamentalmente, varones sobre mujeres en un vínculo permanente de agresión del que la víctima no puede salir sin ayuda profesional.

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En el nivel intermedio aparecen también los celos y el control de varones sobre mujeres y tiene un efecto negativo sobre la autoestima. Y en la base están también los celos y el control tanto de varones como mujeres. Esos malos tratos están invisibilizados y se ven mucho en las relaciones a través de las redes sociales y en los celulares. Por ejemplo, cuando el chico le pide las claves del mail y el Facebook, le exige borrar contactos o usa el GPS de los teléfonos para saber dónde está.

Además, resulta relevante que las instituciones nacionales, regionales y locales asuman un rol activo frente a la desaparición difundiendo las notas de alerta.

Canales de ayuda

Si eres o conoces a alguien que ha sido afectada o involucrada en hechos de violencia familiar o sexual, comunícate de manera gratuita a la Línea 100 del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, que cuenta con un equipo especializado en “brindar información, orientación y soporte emocional”.

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Además, la Línea 100 tiene la facultad de derivar los casos de violencia familiar o sexual más graves a los Centros de Emergencia Mujer o al Servicio de Atención Urgente. Este servicio atiende las 24 horas, todos los días del año (incluye feriados).

Las cifras

• 893.000 medidas de protección se registraron entre el 2019 y agosto del 2022.
• 137 feminicidios hubo el año pasado, también 51 muertes violentas.
• 48 % de las 11.524 mujeres desaparecidas fueron ubicadas.