Por: Steffano Trinidad
Desde su juramentación como alcalde de Trujillo el último 2 de enero, Arturo Fernández ha protagonizado una tensa rivalidad en contra del general PNP de La Libertad, Augusto Ríos. Todo comenzó al término de la ceremonia de inauguración de su período como autoridad edil, al hacer público que pidió la renuncia del jefe de la III Macro Región Policial de dicho lugar.
El burgomaestre acusó a Ríos Tiravanti de no ejercer de manera eficiente su labor policial y, según sus palabras, de permitir disparos en locales de diversión nocturna, los cuales atentan contra la vida de la niñez y adultos mayores. “Tengo fe y confianza de que lo sacarán. Ya envié la carta el día de ayer a la Presidencia del Consejo de Ministros y la presidenta Dina Boluarte”, mencionó.
Asimismo, Fernández Bazán responsabilizó al jefe de la PNP en La Libertad del supuesto abuso que cometerían las grúas municipales con el aval de la Policía de Tránsito y la falta de fiscalización. “El general se hacía el ingenuo, miraba al techo… sordo, mudo y tonto”, sentenció.
En respuesta a estos hostiles comentarios, Ríos Tiravanti le envió una carta notarial para que se rectifique. “El señor debe ser un poquito más responsable y coherente, y dejar de hablar sandeces”.
Es importante señalar que el general PNP pidió garantías para su vida en la subprefectura de Trujillo ante la constante ola de ataques que sufre por parte de la autoridad edil. Ello generó que Fernández Bazán lo llamara “cobarde”.
Ambos fueron citados para conciliar el último 17 de febrero; sin embargo, solo asistió la parte solicitante. El burgomaestre no acudió a la citación.
El alcalde de Trujillo no solo ha tenido roces contra la autoridad policial, sino que también ha sido protagonista de polémicos y curiosos incidentes, entre los cuales destacan el uso de la banda presidencial y la figura de un huaco erótico durante su juramentación como alcalde. Esto le valió una denuncia por parte de Carlos Tenicela Ninamango, experto en protocolo de Estado e Identidad Nacional.
Asimismo, el burgomaestre hizo de conocimiento público que pediría ante el Concejo la desactivación del cuerpo de Serenazgo, debido a que no ha servido para combatir el crimen en la ciudad de Trujillo, lo que ocasionó una protesta por parte de los serenos.