Este jueves 29 de diciembre, una tubería de agua del Hospital Belén de Lambayeque se rompió y se inundaron diversas áreas. El personal de salud y los trabajadores de mantenimiento realizaron la limpieza para continuar con la atención a los pacientes. Ellos colocaron frazadas y sábanas en las puertas para evitar que el líquido se esparza en otros ambientes.
Esta situación afectó los servicios de Traumatología, Cirugía, Obstetricia, Neonatología, Ginecología y Hospitalización; sin embargo, no es la primera vez que se registra. “Los pulsómetros están deteriorados por su antigüedad y se han cursado documentos a las autoridades, pero no hemos recibido respuesta”, indicó Henrry García, secretario general del sindicato de trabajadores del nosocomio.
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El dirigente manifestó que los ascensores dejaron de funcionar para evitar una descarga eléctrica y, de ocurrir una emergencia, deben subir por las escaleras a los pacientes en camillas o sillas de ruedas. A ello, se suma que los inodoros y las duchas de todo el establecimiento no cuentan con agua y deben utilizar tinas y baldes para asearse.
“En lo que va del año, se ha registrado el mismo problema en cuatro oportunidades. En este hospital, diariamente se atienden a un promedio de 200 personas, quienes deben enfrentarse a la brecha de infraestructura, personal y logística. Este establecimiento necesita una inmediata reconstrucción”, finalizó Henrry García.