Con las puertas cerradas y letreros de “No hay gas”. Así amanecieron varias distribuidoras de GLP doméstico este sábado 17 en la ciudad de Arequipa. Trabajadores de estos negocios refirieron que desde el viernes el recurso se agotó por los bloqueos en la Panamericana Sur, lo que impiden que lleguen los cisternas desde Pisco (Ica).
En la avenida Kennedy (Paucarpata), las distribuidoras de Llamagas y Pecsa Gas lucieron con puertas cerradas. El mismo escenario se repite en la avenida Jesús, en una distribuidora de Repsol, que también tenía un letrero de “No hay gas”.
A estos locales llegaron diferentes usuarios, quienes tocaron las puertas, pero sin éxito. Algunos señalaron que venían buscando los balones de GLP por dos horas en diferentes distribuidoras. Otros señalaron que tenían recurso solo para tres días más.
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Un trabajador de Pecsa Gas indicó que los últimos lotes se comercializaban con clientes domiciliarios, pero que era un número menor que no sobrepasaba las 10 personas.
La última semana ya había empezado la escasez, por lo que el precio del balón de GLP de 10 kilogramos sufrió un aumento de precio, pues pasó de S/ 42,50 a S/ 46.
Un panorama similar se vive con el abastecimiento de GLP vehicular. Hoy se volvieron a formar colas alrededor de diferentes estaciones de servicio. Incluso, en un grifo de Repsol de la avenida Cayro había filas de vehículos que esperaban la llegada de las cisternas, la cual no tenía hora exacta.
En la misma avenida, desde un grifo de Chaskigas, personal informó que no sabían cuándo volverán a abastecerse de GLP vehicular. Su último lote se vendió con un incremento de S/ 2.