En el marco al Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, recordado cada 25 de noviembre, es fundamental evidenciar que las brechas de género no solo se han agudizado, sino también los casos de violencia.
De acuerdo con los Centros de Emergencia Mujer, hasta agosto del 2022, se atendió a 91,457 mujeres víctimas de violencia. Durante ese periodo, dichas entidades registraron la atención de 146 casos de intento de feminicidio.
Al aprobarse el predictamen de un proyecto de ley que restringe el acceso al aborto terapéutico, la congresista, pastora evangélica y autora de la propuesta legislativa, Milagros Aguayo, logró que esta sea agendada por parte de la Comisión de Justicia y Derechos Humanos, para debatirla.
Sin embargo, para el Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos (Promsex), el Proyecto de Aguayo atenta directamente contra el derecho de las mujeres al aborto terapéutico, puesto que busca penalizar el aborto, reduciendo el interés por la vida y salud de las mujeres.
Por ejemplo, dicha propuesta señala que “en caso de que la vida de la gestante esté en riesgo, le corresponde también al cónyuge, conviviente o parientes decidir respecto a los actos médicos a ejecutarse”. Es decir, la opinión y decisión de la mujer queda en discusión o podría ser anulada frente a la de su esposo, pareja o familiares.
Frente a esta situación, Susana Chávez, directora de Promsex, enfatizó que el aborto es una dura realidad para miles de niñas, adolescentes y mujeres peruanas. “Su realización no debería exponer a las mujeres a situaciones de criminalización ni a prácticas inseguras que pongan en riesgo su vida y su salud”, agregó.
Para Promsex, además, en el listado de propuestas que están en contra de las mujeres se suma la decisión pendiente del Tribunal Constitucional (TC) sobre la distribución gratuita, en los centros de salud públicos, de la Anticoncepción Oral de Emergencia (AOE).
En caso de que se establezca una respuesta negativa del TC, la decisión afectaría a miles de víctimas de violación sexual que buscan prevenir embarazos forzados.
En tiempos de guerra y paz, las mujeres han visto vulnerados sus derechos. La presencia del machismo en la sociedad, así como en las autoridades, hace que sea lejana una vida libre de violencias y el acceso a la justicia, por lo que Promsex alza la voz por las mujeres violentada este 25N.
“Todas las mujeres en su diversidad necesitan que el Estado peruano garantice el cumplimiento y la mejora continua de las políticas existentes. No se necesita que destruyan lo avanzado, aun cuando eso sea poco”, sostienen las representantes de dicha organización.
Foto: difusión
Por Jennie Dador Tozzini, secretaria ejecutiva de la CNDDHH.
Cada vez se me hace más difícil escribir sobre la violencia contra las mujeres, su continuidad entre la guerra y los supuestos tiempos de paz, como los de ahora.
La violación sexual, ocurrida durante la guerra interna, no solo es una prolongación de la experiencia doméstica, sino que también es parte del entrenamiento para la guerra. ¿De qué otra forma se explicarían las 5.204 violaciones sexuales, registradas durante el conflicto armado, y las 32 que cada día ocurren en el Perú?
Rita Segato plantea que hay formas de violencia bélica y de crueldad sobre el cuerpo de las mujeres, que son de manual y reingresan al campo doméstico.
Este es el caso de Ysabel Rodríguez, testigo del asesinato del periodista Bustíos y víctima de violación sexual. A ella le vendaron los ojos con los pañales de su hijo y el poder del hombre blanco, identificado como capitán ‘Arturo’, la violó.
Nunca habló. Le sembraron miedo, pero hoy le crecieron alas y estamos con ella.
La del estribo. La Comisión de Justicia de Género aprobó el “Protocolo de administración de justicia con enfoque de género del Poder Judicial”.
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