Era una obra clandestina que estaba en construcción en la asociación de microempresarios Inca Pachacútec, ubicado en el distrito de Ventanilla. En ese lugar, días antes, se había logrado albergar a gente trabajadora, feliz, pero ayer solo había rostros agrietados por el dolor y la angustia.
Y no era para menos. A medida que pasaban las horas, el rescate de los dos obreros sepultados entre las ruinas avanzaba con lentitud, mientras crecía la frustración y se resquebrajan las esperanzas de encontrar a los desaparecidos.
Habían transcurrido más de 15 horas, era sábado por la mañana, y Blanca Lozada se aferraba aún a la esperanza de encontrar con vida a su querido Víctor Alfonso Ayala Lozada (31), quien también es hijo de Alfonso Ayala Pingo, uno de los líderes de la famosa orquesta sechurana Los Cantaritos de Oro.
A esa misma hora, ayer, los familiares de Geiner Cruz Vargas (33), el otro trabajador sepultado, también tenían los mismos sentimientos.
Ambos estaban juntos cumpliendo sus labores y estaban próximos a salir la tarde del viernes. “Víctor adoraba a su pequeño hijo. Él es un buen chico, buen padre”, dice doña Blanca mientras mira cómo una retroexcavadora va retirando los escombros.
Fueron tres pisos del muro colindante que cayeron al primer nivel donde se ejecutaba la obra de construcción. Luego de 19 horas de trabajo de los bomberos y policías, pudo ser localizada ayer sin vida una de las víctimas.
“Se ha utilizado maquinaria pesada y otra manual. Hemos encontrado a una persona en el pozo de ascensores a 2.40 metros de profundidad a nivel de suelo. La otra persona, según información que tenemos, está ubicada en el pozo de la cisterna, a 2 o 3 metros”, dijo el brigadier Freddy Rivera, jefe territorial de los bomberos Lima-Centro.
Al cierre, tras 27 largas horas de búsqueda, se encontró el segundo cuerpo. Ocurrió pasadas las ocho de la noche.
Las tres hipótesis que investiga la Policía son las mismas que ocurrieron en otros derrumbes similares: determinar si el colapso fue por negligencia, impericia o imprudencia.
El bombero encargado del rescate detalló que no pueden usar maquinarias por las características del terreno.
La Municipalidad de Ventanilla, a través de un comunicado, confirmó que la construcción no contaba con ninguna autorización edil ni trámite alguno.
Los equipos de búsqueda y rescate urbano del Cuerpo General de Bomberos están integrados por unos 70 hombres. A ellos se han sumado otros agentes del escuadrón de rescate de la PNP. El trabajo que realizan es de alto riesgo.