Los peruanos viven con un miedo latente, pues cada vez son más frecuentes los robos o estafas a través del celular o la computadora. El fraude electrónico se ha convertido en el arma de los ciberdelincuentes para apropiarse de dinero ajeno.
Tras la pandemia y las restricciones de movilización, se incrementó el uso de plataformas digitales, en especial la banca electrónica y las compras online, por ello, en esta nota de La República te contamos todo acerca de las nuevas tecnologías. Sigue leyendo.
Esta modalidad ocurre cuando los ciberdelincuentes fingen representar a la Policía, a un banco o una firma de abogados para dar cuenta de un supuesto fraude vinculado a una víctima, la cual es persuadida vía teléfono a dar su información personal. De esta manera, los criminales logran suplantar tu identidad, para luego empezar a vaciar las cuentas bancarias.
Ransomware y Phishing son algunas de estas estafas cibernéticas. Foto: TechRadar
Esta se ha convertido en la práctica más común de los ciberdelincuentes. En esta modalidad te envían links de páginas fraudulentas, se hacen pasar por entidades, sobre todo bancarias, buscando que los receptores ingresen a dicha web. Una vez dentro te suelen solicitar tu DNI, número de la tarjeta de crédito o débito, la contraseña de la banca digital e incluso el código CVC.
Con toda esa información, los delincuentes detrás de la pantalla podrán realizar compras y hasta transferirse dinero.
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Esta modalidad delictiva se denomina así por la combinación de las palabras en inglés voice y phishing, lo que podría traducirse como pesca con la voz. Acá los criminales obtienen los datos mediante las redes sociales, la web o llamadas telefónicas.
Es así que con esta técnica se dan diversas estrategias de fraude, como el reembolso, donde el hampón contacta con la víctima para informarle sobre la devolución de dinero por un determinado servicio no concretado. Los sujetos simulan una transferencia bancaria por un monto superior y, aduciendo un error, persuade a la víctima para que devuelva el supuesto dinero transferido de más.
Una de las modalidades más conocidas y antiguas se da cuando el delincuente contacta a la víctima haciéndose pasar por un amigo o familiar que atraviesa un problema de solución urgente. Suelen realizar las llamadas en altas horas de la madrugada y pueden fingir llanto o desesperación para manipular emocionalmente a los afectados, lo cual ayuda al estafador para convencerte a realizar la entrega de dinero.
Los ciberdelincuentes usan plastilina y silicona líquida para tener una copia dactilar de sus víctimas. Foto: captura de Latina
También conocido en español como ‘pesca por mensaje de texto’. Este accionar criminal se produce cuando se recibe un mensaje de texto que nos informa de una compra sospechosa con nuestra tarjeta de crédito o débito, para así solicitar contactar con un número falso de banca telefónica. Si accedes a esta llamada, el estafador te solicitará datos confidenciales para cancelar la presunta compra.
Observar el URL
Uno de los puntos a tener más en cuenta es prestar atención a la URL de las páginas webs que llegan en los correos electrónicos remitidos por las supuestas entidades financieras o del Estado. Cabe señalar que ninguna de estas instituciones te solicitará información confidencial.
Evitar compartir claves o contraseñas
Se recomienda cambiar las contraseñas constantemente y tratar de no difundirlas con muchas personas. Aunque puede ser un poco complicado tener que recordar una nueva clave, puedes anotarla en un block para que no la olvides.
Llamadas de números desconocidos
Debes tener mucho cuidado al contestar llamadas de números desconocidos o aquellos que tengan dígitos extraños o de otros países. Si un extraño te solicita información o dinero, trata de bloquear el número.